lunes, 16 de diciembre de 2013

LA OSTEOPATÍA EN LA HERNIA DE HIATO



La hernia de hiato es un problema funcional de la parte final del esófago y de parte del estómago. Supone el ascenso de la porción abdominal del esófago, el cardias (válvula de entrada al estómago) y posiblemente alguna porción del estómago desde la región abdominal a la región torácica, a través del hiato esofágico del diafragma.
Existen hernias de hiato por deslizamiento y por rolamiento. En estas últimas, la porción de estómago que asciende al mediastino es más voluminosa y difícil de reducir.
En la hernia de hiato, el cardias deja de funcionar correctamente. Esta válvula permite el paso de alimentos y líquidos desde el esófago al estómago, es decir se abre para dejarlos pasar; pero se cierra e impide el paso en sentido ascendente una vez estos han llegado al estómago. Entonces, si en esta afección el cardias no realiza correctamente su cometido, permitirá el paso de vuelta del contenido gástrico hacia el esófago de nuevo. Durante la digestión, el estómago se contrae, por medio de ondas peristálticas, para triturar el alimento y hacerlo pasar hacia el píloro, y después al resto del tracto intestinal. Pero si el cardias no se cierra correctamente, durante las contracciones del estómago puede volver parte del contenido hacia arriba, hacia el esófago.



Esto supone un problema serio, pues los alimentos, en el interior del estómago, se mezclan con los jugos gástricos, que son ácidos. La mucosa del estómago está preparada para la presencia de este ácido, pero la del esófago no. Por lo tanto, si pasa el contenido gástrico de vuelta al esófago, lo hará junto con el ácido, y esto puede dañar la mucosa del esófago. Si el ácido sigue ascendiendo, puede afectar a la mucosa de laringe, faringe, boca o fosas nasales.

Los síntomas y signos clínicos con los que se manifiesta son:
Reflujo gastroesofágico.
Dolor epigástrico y retroesternal.
Quemazón retroesternal.
Signos otorrinolaringológicos.
Eructos.
Dolor referido del estómago: región interescapular, trapecio izquierdo, región cervical.
Imposibilidad de agacharse o acostarse justo después de comer.
Necesidad de dormir con el cabecero de la cama levantado, o incluso dormir sentado.

Para que se produzca una hernia de hiato es imprescindible que haya un espasmo del diafragma.Las personas que tienen hernia de hiato se ven abocadas a tomar antiácidos constantemente, y modificar en mayor o menor medida sus hábitos alimenticios.
En algunos casos, la hernia de hiato es una indicación quirúrgica.

 ¿Qué puede hacer la Osteopatía en este caso?

A excepción de los casos en los que la solución es necesariamente quirúrgica, los casos que hemos tratado han tenido una evolución muy favorable, pasando de depender de la medicación, a eliminar su uso, o restringirlo a momentos de necesidad.

El tratamiento osteopático consiste en:

La normalización de su inervación ortosimpática, revisando los niveles vertebrales dorsales correspondientes al estómago.
Normalización de su inervación parasimpática: el nervio vago, tanto en su centro en el tronco encefálico, la salida por el agujero rasgado posterior, y todo su trayecto.
Tratamiento del diafragma.
Tratamiento del estómago: reducción de la hernia de hiato, eliminación de las tensiones de alrededor, mejora de su vascularización.
Tratamiento del mediastino.
Tratamiento de la postura, prestando atención principalmente al tendón central.


Los resultados son de aceptables a buenos en el transcurso de las primeras 3-5 sesiones, consiguiendo una reducción significativa de los síntomas, dejar la medicación total o parcialmente, y volver a una dieta normalizada.

domingo, 8 de diciembre de 2013

OSTEOPATÍA PARA LA INFERTILIDAD FUNCIONAL

Para conseguir quedarse embarazada se deben producir ciertos fenómenos en un suceso de tiempo: primero, que un óvulo salga del ovario y llegue a la trompa; después que sea fecundado por un espermatozoide y, finalmente, que la trompa sea funcional para poder propulsar al ovocito hacia el útero para su implantación. Para que todo esto suceda, es necesaria la integridad del complejo sistema hormonal de la mujer, el cual es responsable del ciclo ovulatorio, y que la función de las estructuras que forman el sistema reproductivo femenino sea correcta.
La esterilidad es la incapacidad de conseguir un embarazo. La infertilidad se produce en las parejas que conciben, pero el embrión no alcanza la viabilidad. Las causas de la esterilidad e infertilidad son diversas (obstrucción o déficit funcional de las trompas o de los conductos deferentes,  adherencias en la pelvis entre los diferentes órganos por endometriosis, infección, cicatrices por intervención quirúrgica, anomalías de la ovulación, uterinas o testiculares, factores psicológicos...) y varían en función del sexo. Ambas deben entenderse como problemas de pareja y, por lo tanto, el diagnóstico y tratamiento deben realizarse en conjunto.
Debido a que el 80% de las parejas consigue quedarse en estado en el primer año, es preferible esperar antes de realizarse cualquier estudio o tratamiento, con la excepción  que se conozca algún problema subyacente o que la mujer sea mayor de treinta años.
La infertilidad debe ser tratada por la medicina atendiendo a la patología primaria que la esté provocando. 








¿Qué puede hacer la osteopatía por la infertilidad? Pueden existir muchos factores que  provoquen infertilidad en ausencia de patología, tanto anatómicos, temporales o psicológicos. Las malposiciones uterinas son una de estas causas anatómicas: podemos encontrar el útero fijado por acortamientos de sus ligamentos que lo unen a las estructuras óseas de la pelvis en diferentes posiciones (anteversión, retroversión, retroflexión,…). Estas fijaciones pueden producir además otros síntomas como dismenorrea (dolor menstrual), estreñimiento, prolapso del útero, irritabilidad de la vejiga,…El tratamiento osteopático consigue reducir la malposición tratando las estructuras acortadas devolviendo la movilidad completa a la víscera para que pueda desencadenar su función perfectamente y facilita la fertilidad.
Otro factor causante de infertilidad es la falta de contractibilidad de las trompas. Éstas, con sus movimientos peristálticos, aseguran la llegada de los espermatozoides al fondo de la trompa. Este movimiento depende de la buena función del sistema nervioso vegetativo. Con nuestro tratamiento, podemos normalizar mediante el trabajo de la columna espinal el equilibrio del sistema nervioso para que la contracción de las trompas se realice de la manera más óptima.
Un gran número de apendicetomías causa esterilidad secundaria por fijaciones entre la trompa y el ovario del lado derecho por la relación ligamentosa que existe entre el apéndice, la porción inicial del colon (ciego) y el ovario. La esterilidad es producida por las adherencias por infección, traumáticas, quirúrgicas,…En este caso, las técnicas osteopáticas van dirigidas sobre las trompas o los ovarios.
En pacientes con endometriosis, tenemos que normalizar las malposiciones del útero provocadas por las tensiones ligamentosas y trabajar las adherencias en ovarios, trompas, útero e intestino. De este modo, favoreceremos la fertilidad.
En caso de quistes ováricos, el tratamiento craneal de la unión entre los huesos occipital y esfenoides parece tener efecto sobre las secreciones de la glándula hipófisis que participan en el control hormonal del ciclo ovulativo.
El diagnóstico osteopático que vamos a realizar sobre la mujer es muy importante para encontrar el elemento en cuestión que está provocando el problema. Es imperativo conocer los antecedentes personales de la paciente, síntomas, e interpretar tanto el análisis de laboratorio como el estudio de los test de movilidad de las estructuras y la palpación externa e interna. Observaremos la postura de la paciente que es principal para determinar focos de tensión.
Los ligamentos del útero son hormono-dependientes. Sus tensiones influyen sobre las secreciones de hormonas útero-ováricas y el aporte de sangre a los órganos genitales. Pueden llegar a provocarse congestiones pélvicas, éstasis venoso, por lo cual debemos tratarlo.

El tratamiento osteopático que se realiza sobre los pacientes con problemas de infertilidad consiste en la combinación del trabajo manual de todos los sistemas del cuerpo: aparato locomotor, visceral, craneal y postural. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

NEURONUTRIENTES (1): LA MELATONINA





Los nutrientes son productos químicos (elementos o compuestos) procedentes del exterior de la célula y que ésta precisa para llevar a cabo sus funciones vitales. Son sustancias necesarias para que el metabolismo de un ser vivo se realice. Los nutrientes forman parte de los alimentos, y participan activamente en las reacciones metabólicas que garantizan la funcionalidad y vitalidad del organismo.

Por su parte, para entender el correcto funcionamiento de los circuitos neuronales implicados en los problemas de salud mental más frecuentes (estrés, ansiedad, depresión, trastornos psicosomáticos, déficits de atención, etc...), debemos tener en cuenta una doble perspectiva:

  • La perspectiva estructural, centrada en el volumen existente de neuronas e interconexiones entre las mismas que suman los componentes (núcleos y nervios) del circuito neural dentro de una arquitectura fisiológica consistente y bien integrada; lo que otorga al circuito una determinada capacidad potencial de procesamiento de información.

  • La dimensión dinámica o cinética, que viene dada por la cantidad y calidad de las señales electroquímicas que entran en el circuito, se transmiten dentro y salen del mismo; lo que proporciona al circuito una determinada capacidad efectiva de procesamiento de información.

Cuando un circuito neural no procesa la información como debe, ya sea por un problema de integridad estructural y/o por un problema neurocinético, se producen los síntomas psicopatológicos. Para que la información entre en el circuito, sea procesada y se elabore el output adecuado, depende en gran parte de la presencia en el organismo de una serie de sustancias químicas en sus cantidades justas. Algunas de dichas sustancias tienen una importancia capital pues son las encargadas de trasladar la información a través de las cadenas de neuronas (los neurotransmisores) o a través de la corriente sanguínea (las hormonas).

Las hormonas y los neurotransmisores ocasionan cambios metabólicos en la membrana celular de las neuronas y en el espacios sinápticos que hay entre ellas, generándose los impulsos nerviosos responsables de la conducta. No debemos olvidar que un déficit (o un exceso) en algunas de sustancias provoca un metabolismo impropio que afecta negativamente a la neurocinética del sistema nervioso.

Las hormonas y los neurotransmisores se fabrican en el propio organismo. Pero también pueden incorporarse al mismo a través de la ingesta de alimentos o complementos alimenticios ricos en neuronutrientes, es decir, de sustancias químicas que favorezcan un correcto metabolismo, intra e interneuronal.

En una serie de artículos, iremos relatando cuáles son los principales neuronutrientes y sus efectos beneficiosos sobre la salud. Empezamos con la melatonina.


La melatonina.


La melatonina es una hormona sintetizada principalmente en la glándula pineal a partir del neurotransmisor serotonina. Interviene en una gran variedad de procesos fisiológicos.

El papel esencial de la melatonina en el cuerpo es regular los ciclos día-noche o vigilia-sueño. La oscuridad hace que se produzca más melatonina, lo que le da la señal al cuerpo para que se prepare para dormir, incrementándose las sensaciones de somnoliencia. La luz disminuye la producción de melatonina lo que le da la señal al cuerpo para que se prepare para estar despierto.

Uno de los síntomas más discapacitantes de la ansiedad o de la depresión es la pérdida de la capacidad para tener un sueño reparador, que se manifiesta bajo la forma de:
  • Insomnio.
  • Despertares prematuros.
  • Cansancio y fatiga al despertarse.

Domir bien constituye una condición sine qua non para solucionar muchos problemas psicopatológicos comunes. La melatonina resulta muy eficaz para recuperar, en muy poco tiempo, la conciliación del sueño o el sueño profundo.

Los alimentos poseedores de precursores de la melatonina son la avena, las cerezas, el maíz, el vino tinto, los tomates, la patatas, las nueces y el arroz.


También se comercializan suplementos alimenticios basados en melatonina en herboristerías, establecimientos dietéticos y farmacias. No requieren receta y son un sustitutivo natural de los tranquilizantes y los hipnóticos.