Para conseguir quedarse
embarazada se deben producir ciertos fenómenos en un suceso de tiempo: primero,
que un óvulo salga del ovario y llegue a la trompa; después que sea fecundado
por un espermatozoide y, finalmente, que la trompa sea funcional para poder
propulsar al ovocito hacia el útero para su implantación. Para que todo esto
suceda, es necesaria la integridad del complejo sistema hormonal de la mujer,
el cual es responsable del ciclo ovulatorio, y que la función de las
estructuras que forman el sistema reproductivo femenino sea correcta.
La esterilidad es la incapacidad
de conseguir un embarazo. La
infertilidad se produce en las parejas que conciben, pero el embrión no alcanza
la viabilidad. Las causas de la esterilidad e
infertilidad son diversas (obstrucción o déficit funcional de las trompas o de
los conductos deferentes, adherencias en
la pelvis entre los diferentes órganos por endometriosis, infección, cicatrices
por intervención quirúrgica, anomalías de la ovulación, uterinas o
testiculares, factores psicológicos...) y varían en función del sexo.
Ambas deben entenderse como problemas de pareja y, por lo tanto, el diagnóstico
y tratamiento deben realizarse en conjunto.
Debido a que el 80% de las
parejas consigue quedarse en estado en el primer año, es preferible esperar
antes de realizarse cualquier estudio o tratamiento, con la excepción que se conozca algún problema subyacente o
que la mujer sea mayor de treinta años.
La infertilidad debe ser tratada
por la medicina atendiendo a la patología primaria que la esté provocando.
¿Qué
puede hacer la osteopatía por la infertilidad? Pueden existir muchos factores
que provoquen infertilidad en ausencia
de patología, tanto anatómicos, temporales o psicológicos. Las malposiciones
uterinas son una de estas causas anatómicas: podemos encontrar el útero fijado
por acortamientos de sus ligamentos que lo unen a las estructuras óseas de la
pelvis en diferentes posiciones (anteversión, retroversión, retroflexión,…).
Estas fijaciones pueden producir además otros síntomas como dismenorrea (dolor
menstrual), estreñimiento, prolapso del útero, irritabilidad de la vejiga,…El
tratamiento osteopático consigue reducir la malposición tratando las
estructuras acortadas devolviendo la movilidad completa a la víscera para que
pueda desencadenar su función perfectamente y facilita la fertilidad.
Otro factor causante de
infertilidad es la falta de contractibilidad de las trompas. Éstas, con sus
movimientos peristálticos, aseguran la llegada de los espermatozoides al fondo
de la trompa. Este movimiento depende de la buena función del sistema nervioso
vegetativo. Con nuestro tratamiento, podemos normalizar mediante el trabajo de
la columna espinal el equilibrio del sistema nervioso para que la contracción
de las trompas se realice de la manera más óptima.
Un gran número de apendicetomías
causa esterilidad secundaria por fijaciones entre la trompa y el ovario del
lado derecho por la relación ligamentosa que existe entre el apéndice, la
porción inicial del colon (ciego) y el ovario. La esterilidad es producida por
las adherencias por infección, traumáticas, quirúrgicas,…En este caso, las
técnicas osteopáticas van dirigidas sobre las trompas o los ovarios.
En pacientes con endometriosis,
tenemos que normalizar las malposiciones del útero provocadas por las
tensiones ligamentosas y trabajar las adherencias en ovarios, trompas, útero e
intestino. De este modo, favoreceremos la fertilidad.
En caso de quistes ováricos, el
tratamiento craneal de la unión entre los huesos occipital y esfenoides parece
tener efecto sobre las secreciones de la glándula hipófisis que participan en
el control hormonal del ciclo ovulativo.
El diagnóstico osteopático que
vamos a realizar sobre la mujer es muy importante para encontrar el elemento en
cuestión que está provocando el problema. Es imperativo conocer los
antecedentes personales de la paciente, síntomas, e interpretar tanto el
análisis de laboratorio como el estudio de los test de movilidad de las
estructuras y la palpación externa e interna. Observaremos la postura de la
paciente que es principal para determinar focos de tensión.
Los ligamentos del útero son
hormono-dependientes. Sus tensiones influyen sobre las secreciones de hormonas
útero-ováricas y el aporte de sangre a los órganos genitales. Pueden llegar a
provocarse congestiones pélvicas, éstasis venoso, por lo cual debemos tratarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario