La osteopatía actúa sobre la
causa de la enfermedad y no sólo sobre sus efectos. Trata al paciente en su
totalidad mediante un razonamiento adaptado. La disfunción osteopática es
reversible a través de una intervención terapéutica manual adaptada al paciente
en concreto.
Son pocos los profesionales de la
medicina que se paran a observar los pies de su paciente y a relacionarlos con
patologías a distancia. En la profesión osteopática también son muchos los terapeutas que no prestan atención
suficiente al pie. ¿cómo se puede asegurar la estabilidad de un gran edificio
si fallan los cimientos sobre los cúales se asienta? ¿cómo puede asegurarse el
equilibrio y dinámica de un cuerpo humano si la base sobre la que reposa tienen
algún tipo de problema? Nadie mira los pies de su paciente, a no ser que tenga
algún dolor. Se infravalora la importancia del pie.
El esqueleto del pie está formado
por 26 huesos que se encuentran unidos entre sí por numerosas articulaciones y
ligamentos. En conjunto, es muy parecido al esqueleto de la mano, pero sus
diferentes funciones de sustentación y dinamismo suponen diferencias en la
construcción de su arquitectura con la formación de bóvedas plantares cóncavas
en dirección del suelo.
El peso del cuerpo se transmite
desde la pierna al pie a través del astrágalo que es un hueso corto situado por
encima de la bóveda plantar y sólidamente enclavado entre tibia y peroné por
arriba y el hueso calcáneo por debajo. Tiene forma de caracol, no presenta
ninguna inserción muscular y es un hueso al que le llega la sangre justa para
su nutrición (poco vascularizado).
A todos estos huesos, se les une
un completo sistema muscular anterior, posterior y lateral, rodeado de una
compleja red de aponeurosis y fascias superficiales que unen y, a la vez, separan
en compartimentos a estos músculos. Mediante estas fascias discurre el sistema
de nervios, arterias y venas que llegan hasta la última célula del pie a través
de un complicado sistema de túneles, llamado canal tarsiano.
Las lesiones producidas por
traumatismos sobre el pie y el tobillo deben ser conocidas por el osteópata
para entender el mecanismo de lesión y las restricciones de movilidad que se
pueden presentar en las diferentes articulaciones que conforman la zona. Muchas
veces, se producen torceduras leves, que no llegan incluso al esguince, donde
se pueden producir disfunciones osteopáticas asociadas, que si no se tratan,
con el tiempo pueden alterar la estática, dinámica y fuerzas ascendentes que
vienen desde el pie a la columna causando dolores a distancia de donde se
produjo en principio el problema. Dolores que, si no se soluciona el problema
del pie, serán recidivantes. Si estas disfunciones pueden producirse en
traumatismos leves, cuando éste es mayor, evidentemente, también se producen. En
estos casos, habrá que esperar a que los tejidos dañados cicatricen con la
inmovilización (yeso, férula,…) para más tarde, eliminar las disfunciones. Es
decir, para que “se cure” un esguince de cualquier grado y no deje secuelas que
más tarde puedan influirnos en dolores lumbares o, incluso más altos (como
dolores de cabeza, mareos, vértigos….), no es suficiente con inmovilizar el pie
y esperar a que pase la inflamación y el dolor, sino que es imperativamente
necesario revisar y tratar el pie después de la inmovilización.
Las lesiones de tobillo son muy
comunes. La mayoría de esguinces se producen cuando el pie se gira bruscamente
hacia dentro, produciéndose una distensión de los ligamentos externos. Aunque,
no se debe ignorar los mecanismos raros, que pueden provocar esguinces de otros
ligamentos.
Además de las lesiones
traumáticas tan frecuentes en el pie y tobillo, existen otros trastornos
también comunes e importantes. Son los trastornos estáticos del pie. Es
importante conocer la patología congénita y del crecimiento del pie. La
repercusión de estos trastornos podales es muy importante sobre la estática en
general del cuerpo. Hablamos de los pies planos y cavos.
El pie plano corresponde al
hundimiento del arco interno del pie en carga. Su frecuencia es menor de lo que
se dice. Existen muchos falsos pies planos. La mayoría de niños nace con los
pies planos. Si la deformación persiste después de los diez años, se considera
una anomalía. En la mayoría de los casos, no requiere ningún tratamiento que
modifique los zapatos u ortesis plantares adaptadas para desarrollar la bóveda
plantar. Sin embargo, sí es preciso saber que niños necesitarán tratamiento
antes de los diez años.
Si en el pie plano se considera
una bóveda muscular y ligamentosa muy relajada, podríamos decir lo contrario
del pie cavo: existe demasiado tono, el cúal no permite que el pie se pueda
movilizar correctamente.
Existen diferentes grados, tanto
de pie plano como de pie cavo; las posibilidades de tratamiento y corrección
dependerán de la afectación del pie. Lo que sí está claro es que, estas
anomalías van a producir una adaptación, primero de los miembros inferiores y
luego de la columna en general, que van a condicionar la postura del paciente;
un aumento o disminución en la curvas de la columna vertebral, que con el
tiempo pueden condicionar problemas y dolores de espalda “invisibles” a las
pruebas diagnósticas médicas como radiografías y resonancias magnéticas. Para
solucionar este tipo de dolores tendremos que hacer un correcto diagnóstico de
los problemas de pie y sus consecuencias ascendentes hacia la columna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario