lunes, 28 de enero de 2013

LA MANDÍBULA, CAUSA Y EFECTO DE OTRAS DISFUNCIONES

                          
Las articulaciones de la mandíbula, llamadas articulaciones temporomandibulares, forman parte de un sistema de estructuras junto con el cuello, lengua, dientes, cráneo y hombros, a través del cúal podemos masticar, tragar y hablar.  El equilibrio de este sistema es imprescindible para realizar correctamente estas funciones. El conjunto está rodeado de muchos músculos que tienen que estar equilibrados y sanos. Si se produce algún espasmo o contractura de alguno de los músculos de este sistema, además de producirse dolor cervical, de cabeza o ambos, se pueden alterar las funciones anteriores.
El dolor de las articulaciones temporomandibulares  se puede confundir con un dolor de oídos; si no hemos estado constipados,  no hemos tenido infección en los oídos, no somos propensos a los tapones de cera o el médico ha descartado que tengamos un problema de oído, la causa puede ser un desequilibrio en la musculatura de la mandíbula o de cualquiera de las estructuras del sistema. A menudo, este dolor “de oído” espontáneo que se agudiza al palparnos la zona, se acompaña de dolor cervical, de un hombro, de dolor de cabeza, chasquido al abrir la boca en uno de los lados de la mandíbula (se oye un “clack”) y limitación en la abertura de la boca.
¿Cómo podemos saber si existe alguna alteración de las articulaciones temporomandibulares?

La abertura de la boca normal es de 4,5 a 5,5 cm. Podemos medir si nuestra abertura es normal muy fácilmente: doblamos los dedos índice, medio y anular de una de nuestras manos, abrimos la boca y, si la abertura es normal, debemos de poder introducirnos estos tres dedos verticalmente entre nuestros dientes. Si no, es muy posible que tengamos algún desequilibrio muscular. Puede que éste desequilibrio se esté reflejando a distancia con un dolor cervical o cefalea y no como un dolor en la mandíbula. Con lo cúal, si acudimos a un fisioterapeuta para ser tratados por nuestro dolor cervical, el tratamiento no será completo si no se trata la articulación temporomandibular y los músculos de la boca, y muy posiblemente, el dolor cervical no acabe de remitir totalmente.

Este desequilibrio también puede aparecer después de una larga sesión de tratamiento odontológico: extracción dental, limpieza de la boca, correcciones y ajustes en nuestra ortodoncia, etc. Aparece el dolor cervical, pero el odontólogo no lo relaciona con la postura anterior prolongada de la cabeza y de la tensión de los músculos que abren la boca durante la sesión.
Al quitarse una muela, incluidas las del juicio, o perder algún diente,  los demás dientes se reubicarán en la boca, mediante un proceso largo y lento que puede durar meses para buscar el punto de cierre en el que vuelvan a encajar perfectamente para poder tragar, masticar y hablar correctamente. Este proceso se realiza en detrimento del equilibrio muscular, que puede producir espasmos musculares y dolor en cualquiera de las estructuras del sistema.
Estos desequilibrios pueden acabar produciendo también bruxismo, que es el hábito involuntario y no funcional de apretar los dientes, ya sea por la noche durmiendo o durante el día. El tratamiento médico para este problema consta de placas de descarga de silicona que se colocan entre los dientes por la noche para dormir y evitar así el roce y la erosión de éstos. Este tipo de tratamiento se queda corto si no realizamos además una relajación de la musculatura que está implicada en el problema y, incluso, algunas veces estas placas pueden hacer apretar todavía más la boca al paciente.
Si tienes alguno de estos síntomas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para realizarnos cualquier pregunta o duda que se te plantee. 

lunes, 21 de enero de 2013

SOY LO QUE COMO

Actualmente y cada vez más la Dietética y la Nutrición han ido popularizándose tanto por salud como por estética.
Por este motivo cobra especial importancia informarnos acerca de qué es una dieta sana y equilibrada y huir de los productos y dietas milagro que, a costa de nuestra salud y nuestro bolsillo, prometen cosas imposibles.
Es por tanto recomendable que acudamos a personal especializado, puesto que un “régimen” consiste en algo más que en un simple papel con comidas y cantidades que olvidaremos cuando acabemos, o peor aún abandonemos la dieta.

Algunos mitos y errores en las dietas son:
  • Dietas que excluyen un grupo de alimentos: las más famosas son las hiperproteicas como la Dukan que restringen el consumo de hidratos de carbono (arroz, pasta, pan...)
  • Dietas monoalimento: aquellas que solo permiten comer un único alimento o muy pocos alimentos. Ej. dieta de la piña
  • Ayunos, curas y dietas muy hipocalóricas: no tiene sentido privar al cuerpo de golpe de los nutrientes esenciales, no compensa en absoluto el esfuerzo invertido con lapérdida de grasa, y el efecto rebote está más que garantizado
  • Dietas disociadas y sin fundamento: no existe ningún fundamento científico que demuestre que el hecho de juntar determinados alimentos en una misma comida engorde o adelgace. Ejemplo de estas dietas son todas las dietas disociadas y aquellas que tampoco tienen fundamento como puede ser la del grupo sanguíneo o la dieta paleolítica.
  • Productos: para llevar a cabo un plan nutricional NO es precisa la toma de productos, batidos, barritas... De hecho, lo que se pretende es enseñar al paciente cómo alimentarse adecuadamente según sus necesidades no obligarle a comprar un determinado producto.
  • Otras: existen otras dietas o sistemas como la dieta de la sonda o el test de alimentos o de Alcat que además de ser de coste elevado pueden suponer un perjuicio para la salud.

Con lo cual aconsejamos un plan nutricional que incluya una dieta sana y equilibrada, motivación y educación nutricional para la adquisición de hábitos progresivamente para así evitar el “efecto rebote”. Es también imprescindible que la dieta sea PERSONALIZADA a las características y necesidades del paciente; que no difiera mucho, en lo posible, de sus costumbres, en la que se pueda comer de todo cuidando las cantidades y que no nos impida hacer vida social.

Y recuerda, lo importante no es un alimento o una comida en sí, sino el equilibrio del conjunto.


lunes, 14 de enero de 2013

LA PSICOTERAPIA COMO SOLUCIÓN A LOS DESÓRDENES MENTALES


¿Cómo podemos saber si nosotros o alguna persona de nuestro entorno sufre un trastorno o desorden mental?. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un trastorno mental es una perturbación anormal de la actividad intelectual, del estado de ánimo y/o del comportamiento de una persona. En la gran mayoría de casos, el denominador común lo conforman una angustia y apatía generalizadas, que ocasionan una merma discapacitante de las funciones y fortalezas del yo.

Todo trastorno mental produce un conjunto de síntomas (llamado cuadro clínico) que son fácilmente observables:

-  Físicos (dolores, trastornos del sueño).
-  Afectivos (tristeza, miedo, ansiedad).
- Cognitivos (dificultad para pensar con claridad, creencias irracionales, alteración de la atención y la memoria).
- Conductuales (conductas agresivas, incapacidad para realizar las tareas cotidianas, abuso de sustancias).
- Alteraciones perceptivas (ver u oír cosas que otras personas no ven o no oyen).

Existen diferentes tipos de trastornos mentales, siendo los más prevalentes:

- Trastornos de ansiedad.
- Trastorno bipolar.
- Trastornos del estado de ánimo (depresión).
- Trastornos de la personalidad.
- Trastornos psicóticos.

Muchos trastornos mentales pueden diagnosticarse y tratarse eficazmente mediante psicoterapia. Si usted o alguien de su entorno sufre algunos de los síntomas descritos con anterioridad, no dude en ponerse en contacto con nosotros. En nuestro Centro encontrará orientación, apoyo y soluciones a su problema.

Es nuestra prioridad que los pacientes recuperen cuanto antes un estado de bienestar que le permita ser consciente de sus propias capacidades, mantener relaciones enriquecedoras con los demás, afrontar los retos que le plantea la vida, trabajar de un modo productivo y hacer contribuciones satisfactorias a su comunidad.

lunes, 7 de enero de 2013

¿QUÉ ES LA OSTEOPATÍA?

La Osteopatía es un método terapéutico que busca la solución de las dolencias desde la observación del individuo como un todo. Se tiene en cuenta el síntoma sólo por ser el motivo de consulta, pero no para la aplicación de la terapia, pues muy probablemente no es éste el lugar donde se encuentra el problema que lo genera. Así, un dolor en la rodilla puede tener su origen en un mal apoyo del pie; un dolor de hombro en un problema cervical, origen de la inervación de éste; o un dolor cervical en una disfunción dorsal, pues el final de la movilidad de el primero depende del correcto movimiento del segundo.

Pero la Osteopatía, por concepto, no se circunscribe al ámbito del aparato locomotor, sino que incluye, tanto en su diagnóstico como en su terapia, los órganos internos y el cráneo. Las vísceras reflejan el dolor, cuando tienen un problema, al dorso o a las extremidades. Y desde el cráneo, por contener al encéfalo, hay relación con muchas partes del cuerpo.
En la Osteopatía, la aplicación de la terapia se realiza básicamente con las manos, aunque en algún momento nos podemos apoyar en otros medios.
Entonces, si no se toca el lugar del síntoma ¿qué se busca con ésta terapia? Buscamos la respuesta del cuerpo, su capacidad de autocuración, mejorar la vascularización,  la equilibración de todos los sistemas. El padre de la Osteopatía, A.T. Still, habla de las cuatro leyes de la Osteopatía:
  • La estructura gobierna la función.
  • La unidad del cuerpo.
  • La autocuración: el cuerpo tiende a equilibrarse por sí solo, no busca la aparición del síntoma.
  • La ley de la arteria: allá donde la sangre llega de manera correcta, esa parte del cuerpo es difícil que enferme.
El Dr. Still hablaba de la columna vertebral como elemento principal de todas las dolencias del cuerpo; de ahí el nombre “Osteopatía”, pero no como “patología del hueso”, sino como “las relaciones del hueso”. Por eso la columna vertebral tiene un papel fundamental en el diagnóstico y el tratamiento osteopático. De ahí que muchas veces se confunda al Osteópata con un “manipulador de huesos”; nada más lejos de la realidad.
En la terapia osteopática utilizamos técnicas manuales como la manipulación vertebral o articular, estiramientos