lunes, 27 de mayo de 2013

CERVICALGIA: DOLOR EN LA ZONA CERVICAL


Cervicalgia significa “dolor en la zona cervical”. No es un diagnóstico, sino más bien, un síntoma que puede estar relacionado con múltiples causas que producen dolores de cuello muy parecidos. Por esto, es necesario identificar la causa real del problema para llevar a cabo un tratamiento adecuado y no solamente tratar la sintomatología con medicación muchas veces ineficiente y para impedir que el dolor se cronifique o aumente con el paso del tiempo. La cervicalgia es un dolor muy común entre la población adulta. Generalmente, este dolor suele reproducirse en la parte posterior del cuello y puede irradiarse a miembros superiores y/o cabeza. Muchas veces va acompañado de rigidez en los movimientos del cuello desde una intensidad suave hasta la tortícolis espasmódica. 

Algunas de sus causas pueden ser: problemas discales tales como protrusión o hernia discal, traumatismos, malformaciones, artrosis, reumatismos, accidentes de tráfico, problemas dentales, oculares, bruxismo, etc. Aunque, en la mayoría de ocasiones, el dolor se produce por un uso inadecuado de nuestro cuerpo a través de malas posturas que, a la larga, crean tensiones que se van acumulando hasta que, finalmente, aparece el dolor. La capacidad del cuerpo para adaptarse a las tensiones ha sido superada y el dolor permanece en el tiempo. La postura prolongada delante del ordenador es causa importante en la aparición de dolor cervical, ya que provoca un adelantamiento de la cabeza y tensión importante en la columna cervical. El equilibrio de la cabeza sobre el cuello se ve alterado, lo que ocasiona un desequilibrio muscular con la resultante tensión de los músculos extensores del cuello y debilidad de los flexores profundos. En este caso, es importante recibir tratamiento osteopático y empezar a realizar ejercicio físico suave regularmente cuando el dolor haya desaparecido. Ciertos problemas viscerales del tracto digestivo superior, como problemas de hernia de hiato, congestiones hepáticas, piedras en la vesícula,...., pueden manifestarse a través de síntomas digestivos, síntomas digestivos más cervicalgia o solamente con dolor cervical .

Varias estructuras pueden estar implicadas cuando existe dolor cervical: músculos posteriores y anteriores, ligamentos, articluaciones, discos intervertebrales, nervios, etc... La columna cervical es una zona muy complicada anatómicamente que, además contiene estructuras viscerales importantes como el esófago, la tráquea, la glándula y el cartílago tiroides y el hueso hioides, al que llegan diversos músculos cervicales anteriores, muy importante para el equilibrio de la zona cervical y que no hay que olvidar revisar en el diagnóstico.
No hay que olvidar el estrés como una de las causas principales de dolor cervical.

A nivel osteopático, diagnosticamos mediante diversos test de movilidad y pruebas complementarias (radiografía, resonancia magnética, análisis de sangre,...). De esta manera, se consigue la elección de técnicas adecuadas aplicables durante el tratamiento para normalizar las zonas en las que se ha producido una pérdida de movilidad y así evitar la reacción de hipermovilidad de la columna cervical causante del dolor.

lunes, 20 de mayo de 2013

EL ÍNDICE GLUCÉMICO

El Índice Glucémico (IG) de un alimento es la capacidad que tiene para aumentar la glucosa en la sangre, medido en mg/dL, después de su ingestión y es medido en aquellos alimentos que son ricos o relativamente ricos en hidratos de carbono, por tanto, un alimento sin hidratos de carbono en su composición carecerá de IG.

El hecho de que podamos conocer cuánto nos aumentan la glucosa postpandrial ciertos alimentos es muy útil desde el punto de vista nutricional, especialmente para personas diabéticas.

¿De qué dependen que un alimento posea un IG mayor o menor? Fundamentalmente depende de la cantidad, del procesado y del tipo de hidrato de carbono que contenga. Por ejemplo, la pasta integral y las legumbres no suelen llegar a un IG de 30-40 y vemos que son ricas en fibra y en hidratos de carbono complejos o de lenta absorción, ambos factores hacen que la glucosa se obtenga poco a poco y que no existan picos en la glucemia. Por otro lado tenemos un “donut” que se acerca a un IG de 80. El donut carece prácticamente de fibra y tiene una alta proporción de hidratos de carbono simples de absorción rápida como el azúcar, esto hace que tras su ingesta el azúcar en sangre se dispare.
En lo que respecta al procesado y cocinado de los alimentos, aquellos que hayan sufrido más transformaciones tendrán más probabilidades de aumentar el IG porque el hidrato de carbono se encuentre más degradado; el ejemplo lo tenemos si comparamos una zanahoria cocida con una cruda, la cocida tendrá un IG mayor.
También es importante señalar que otro factor muy influyente es el resto de comida con la que acompañamos. Por ejemplo, las comidas ricas en proteínas y grasas enlentecen la digestión, esto hace que la glucosa no se absorba tan rápido como lo haría si consumiésemos el alimento de forma aislada.

No debemos confundir el IG de un alimento con su valor energético; 30 gramos de hidratos de carbono tal cual son, aproximadamente 120 kcal, pero no actúan de la misma forma 30 gramos de azúcar que 30 gramos de pasta.

A continuación en el cuadro se muestran algunos alimentos con su correspondiente IG
110
Maltosa
100
GLUCOSA
92
Zanahorias cocidas
87
Miel
80
Puré de patatas instantáneo; maíz en copos
72
Arroz blanco
70
Patatas cocidas
69
Pan blanco
68
Barritas Mars
67
Sémola de trigo
66
Muesli suizo; arroz integral
64
Pasas; remolacha
62
Plátanos
59
Azúcar blanco (SACAROSA)
59
Maíz dulce
59
Pasteles
51
Guisantes verdes
51
Patatas fritas; boniato
50
Espaguetis de harina refinada
45
Uvas
42
Pan de centeno integral; espaguetis de trigo integral
40
Naranjas
39
Manzanas
38
Tomates
36
Helados; yogur
36
Garbanzos
34
Leche entera
32
Leche desnatada
29
Judías; lentejas
34
Peras
26
Melocotones; pomelo
25
Ciruelas
23
Cerezas
20
FRUCTOSA
15
Soja
13
Cacahuetes

lunes, 13 de mayo de 2013

TERAPIAS PARA REGULAR EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD

La Autorregulación Biológica es un método psicoterapéutico basado en los principios del Biofeedback conductual, practicado para que el paciente aprenda a reducir los niveles de activación de su sistema nervioso simpático.
Se trata de una terapia reductora de síntomas pertenecientes a cuadros clínicos muy diversos:
  • Ansiedad y angustia.
  • Estrés crónico y post-traumático.
  • Depresión, duelo mal elaborado.
  • Impulsividad, hiperactividad.
  • Dolores (cefaleas, musculares, ...).
  • Fibromialgia y fatiga crónica.
  • Hipertensión esencial.
  • Insomnio.
  • Etc...

¿Cómo es el programa estándar de tratamiento mediante Biofeedback que aplicamos?

Esta descripción tiene un carácter orientativo. Para cada caso concreto se elabora un plan terapéutico personalizado.

Nuestro tratamiento se caracteriza por:

  • Número de sesiones: entre 5 y 15, dependiendo de la complejidad del caso.

  • Frecuencia: 1 sesión por semana.

  • Duración de la sesión: de tratamiento 60 minutos.

  • Las fases principales del tratamiento son:

  • Diagnóstico y valoración (primera sesión), consistente en:

  • Entrevista clínica.

  • Inventario de síntomas (aplicación de escalas psicométricas y auto-informes).

  • Establecimiento del patrón reactivo (aplicación diagnóstica del equipo de Biofeedback):

  • Actividad electrodermal.
  • Temperatura periférica (en mano dominante).
  • Electromiografía (músculo frontal o músculos focales del dolor).
  • Niveles de atención.

  • Detección de posibles efectos placebo.

  • Establecimiento del cuadro clínico.

  • Conclusiones y diseño terapéutico.

  • Trabajo terapéutico (resto de sesiones, entre 4 y 10). Consistente en sesiones de tratamiento con la actuación directiva de un terapeuta. El esquema de trabajo de este tipo de sesiones consiste en:

  • Evolución de la sintomatología desde la última sesión.

  • Conexión’ del paciente al equipo de biofeedback (y/o neurofeedback).

  • Estabilización de las señales fisiológicas del paciente. Registro de la línea base en reposo y recibir bio-información.

  • Ensayos de auto-control, intercalados por breves períodos de descanso.

  • Acompañamiento continuo y motivación del paciente.

  • Clarificación y auto-descubrimiento de los aprendizajes adquiridos y las estrategias seguidas para lograrlo.

  • Consejos para la generalización de lo aprendido fuera de la consulta.

En esta fase, existirían dos etapas claramente diferenciadas:

  • Una primera fase de adquisición de habilidades en auto-control emocional.

  • Una segunda fase de extrapolación de lo aprendido a situaciones de la vida cotidiana.

  • Seguimiento del caso. Tras el tratamiento, se realiza un seguimiento de la evolución del paciente. Se elabora para cada caso un plan de seguimiento con unas 5 sesiones que se espacian a lo largo de un año.

lunes, 6 de mayo de 2013

OSTEOPATÍA VISCERAL


Las vísceras se encargan de asegurar el correcto funcionamiento del cuerpo, de mantener el equilibrio interno. Ellas se encargan de seleccionar los nutrientes necesarios para las distintas partes del organismo, llevar estos nutrientes a todas partes del cuerpo, oxigenar la sangre y con ello todos los tejidos, eliminar los productos de desecho, etc.

En los órganos internos, como en el aparato locomotor, debe haber una correcta movilidad entre sus distintos componentes para que cada sistema funcione perfectamente. Así, cada víscera, que se encuentra dentro de su cavidad, debe poder moverse libremente con respecto a sus estructuras vecinas. Si esto no ocurre, se produce una disfunción visceral, que puede desencadenar en una verdadera enfermedad del órgano.
¿Qué cosas pueden provocar que un órgano pierda su movilidad? Muy diversas, que pasamos a enumerar:
  1. Intervenciones quirúrgicas: cualquier intervención torácica o abdominal genera una cicatriz, no solo cutánea, sino también profunda, que generará adherencias internas y modificará la movilidad de los órganos de la región, no solo el órgano implicado en la cirugía.
  2. Traumatismos: directos o indirectos.
  3. Infecciones: cuando un órgano enferma, después de curar el proceso infeccioso, puede quedar alguna disfunción de movilidad en el mismo, como adherencias, espasmos, etc.
  4. Malos hábitos: tabaco, alcohol, drogas, alimentación desequilibrada, contaminación, sedentarismo, etc.
  5. Problemas posturales: los cambios en las curvas normales de la columna vertebral modifican la acción de la gravedad sobre el resto del cuerpo, y las vísceras pueden “caer”, produciéndose una ptosis visceral.
  6. Disfunciones vertebrales, que repercuten sobre la inervación ortosimpática de las vísceras.
  7. Disfunciones craneales o pélvicas, que repercuten sobre la inervación parasimpática de las vísceras.
  8. Problemas psicológicos o emocionales: estrés, ansiedad, depresión, etc.
En las fases iniciales del problema, el órgano empezará a funcionar incorrectamente , produciendo problemas leves: acidez, en el caso del estómago; dificultad para inspirar profundo, si es el pulmón; palpitaciones, para el corazón; aumento del colesterol, o anemia ferropénica, si es el hígado. Sólo son algunos ejemplos. En este momento inicial, el órgano reflejará el problema al aparato locomotor, manifestándose con un “dolor referido”.
Conforme el proceso avanza, el problema se irá agravando, y el órgano ya puede enfermar, ahí ya el problema es más serio, y será necesaria la intervención del médico. Pero además, lo que al inicio era solo un dolor referido al aparato locomotor, se convierte en cambios estructurales, por tensiones fasciales, espasmos musculares (contracturas), retracciones capsulares, etc. Todo este reflejo de las vísceras sobre el  aparato locomotor no se podrá resolver mientras persista el problema visceral. Así, si una persona recibe tratamiento en una contractura muscular, derivada del problema de un órgano, y no se trata este, jamás se solucionará la contractura.
¿Qué hace la Osteopatía ante esta situación? Lo primero para el osteópata es realizar un completo diagnóstico osteopático. Anamnesis, observación del paciente, búsqueda de las tensiones fasciales, palpación y movilización de los órganos, etc. son algunas de las maniobras que empleamos para esto. Un vez detectada cual es la víscera que está ocasionando el problema, se procede al tratamiento. Técnicas de stretching, movilización, inhibición de puntos gatillo, técnicas funcionales o fasciales, son algunas de las maniobras empleadas para solucionar el problema de movilidad de los órganos.
De esta manera conseguimos restaurar la movilidad perdida y devolver la correcta funcionalidad al órgano, y de manera secundaria eliminamos el reflejo que se había producido al aparato locomotor.
¿En qué problemas puede actuar la Osteopatía en las vísceras? Son muchas las situaciones sobre las que se puede actuar. Sólo habrá que tener en cuenta NO actuar en situaciones de enfermedad en fase aguda o inestable. Pero una vez superada esta fase aguda, se podrá intervenir por medio de la Osteopatía. Algunos ejemplos donde se puede actuar:
  1. Pulmón: secuelas de infecciones, de neumotórax, de intervenciones quirúrgicas; bronquitis, bronquiolitis, restricciones respiratorias, etc.
  2. Corazón: cualquier problema fuera de la fase aguda o inestable; hipertensión arterial (algunos casos), problemas circulatorios.
  3. Estómago e intestino: hernia de hiato, gastritis, secuela de úlcera, gases, estreñimiento, algunos problemas de absorción, colon irritable, hemorroides,  etc.
  4. Hígado: secuela de infecciones, trastornos funcionales, hipertensión portal, problemas de vesícula biliar.
  5. Riñón: secuela de infecciones, ptosis del riñón, cálculos renales (algunos casos), problemas funcionales.
  6. Ginecología: amenorreas, dismenorreas, ovario poliquístico, malposición uterina, dolores coitales, incontinencia urinaria, algunos casos de infertilidad, etc.
En todo caso, si tiene usted alguna duda, consulte a su osteópata, él le aclarará sus dudas.