lunes, 10 de junio de 2013

BIOFEEDBACK PARA LA DEPRESIÓN


Entre el 15% y el 20% de las depresiones son resistentes al tratamiento farmacológico y a las psicoterapias conversacionales. También sabemos que tratando específicamente los síntomas somáticos de la depresión, mejoramos sus síntomas cognitivos y afectivos.


Un sistema nervioso autónomo disfuncional (sna) despempeña un papel importante en la causalidad y mantenimiento de los síntomas físicos de la depresión. Cuando el sna no funciona correctamente ocasiona:

* Una disminución de la actividad del nervio vago.
* Una reducción de la HRV.
* Un aumento general del rítmo cardíaco y de la tasa respiratoria.
* Una pérdida de sensibilidad barorrefleja.
* Sensaciones de fatiga y cansancio.
* Sueño perturbado.
* Hiperactividad en el sistema nervioso simpático.

Mediante el Biofeedback o autorregulación biológica de la variabilidad del ritmo cardíaco (HRV, en sus siglas en inglés) compatimos eficazmente la depresión en su dimensión más orgánica. Con este tipo de Biofeedback, frenamos el ritmo respiratorio del paciente hasta lograr una tasa óptima de entre 6 y 7 respiraciones por minuto. De esta forma:

* Aumentamos la sensibilidad barorrefleja, mejorando el control homeostático de procesos clave en el organismo, como la presión arterial.
* Estimulamos el nervio vago reforzando, a través de él, el sistema límbico.
* Conseguimos un sna más equilibrado y funcionaol, reduciendo el componente simpático e incrementando el parasimpático.

1 comentario:

  1. ¿Bibliografía del tema?
    ¿Cuánto tiempo dura el efecto, con qué frecuencia hay que repetirlo..?

    Muchas gracias y muy interesante

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