lunes, 24 de junio de 2013

LA ARTROSIS. QUÉ LA OCASIONA Y CÓMO LA TRATAMOS

         
La artrosis es un proceso degenerativo que afecta a las articulaciones. Se produce un deterioro de las carillas articulares y del cartílago que las recubre, se altera el líquido sinovial que la lubrifica, se producen retracciones de la cápsula articular, e incluso se pueden producir cambios en el tono de los músculos relacionados con ella, y de elasticidad en la aponeurosis que los recubre.
Una vez comienza la artrosis, los cambios son progresivos, el proceso en sí es imparable; se recomienda una pauta de ejercicio moderado, que previene su evolución, y en los casos más avanzados, depende de qué articulación se trate, se propone una intervención quirúrgica, a veces con recambio por prótesis.
Pero ¿cuál es el punto de vista de la Osteopatía a este respecto?
Las articulaciones, para poder funcionar correctamente, deben tener libertad de movimiento en todos sus planos. De esa manera, superficies articulares, cartílago, cápsula, músculos, etc. estarán en condiciones adecuadas para realizar su función. Cuando una articulación pierde su movilidad normal (hipomovilidad,  disfunción somática, lesión osteopática…), otra debe realizar los movimientos “perdidos” por la primera; estará hipermóvil, todo alrededor estará “hipersolicitado” . Al tener que moverse más, ocurre que:
  • Sus carillas articulares, el cartílago, etc. se van a desgastar más de lo normal por el exceso de trabajo al que se le somete.
  • Las superficies articulares, al verse sometidas a un movimiento mayor del que le corresponde, aumentan su tamaño, la superficie se hace mayor, apareciendo los osteofitos, que no son otra cosa que la respuesta del hueso al aumento de solicitación.
Con esto, se instaura la artrosis.
Una hipomovilidad en el conjunto tobillo-pie puede ser responsable de una artrosis de rodilla; una hipomovilidad en las articulaciones sacroilicas, de artrosis lumbar o de cadera; y una hipomovilidad en la transición cervicodorsal, de una artrosis cervical.
Entonces ¿cómo lo tratamos? Si conseguimos normalizar el movimiento en la articulación que perdió su movilidad normal (hipomovilidad), estaremos también devolviendo a la articulación artrósica a su función correcta, permitiremos que sus carillas articulares realicen solamente el recorrido de movimiento para el que están preparadas. De esta manera, no eliminamos la artrosis, pero si evitamos que evolucione.
Así, la Osteopatía se dirige al tratamiento del origen del problema. En este caso, la articulación artrósica será secundaria a la hipomóvil, es la consecuencia y no la causa del problema, y por ello, dirigiremos el tratamiento a normalizar el movimiento en la parte que lo ha ocasionado.
¿Se puede manipular una articulación con artrosis? No es lo más habitual, pero no es una contraindicación absoluta. En caso de un problema artrósico en una vértebra, que como consecuencia esté produciendo una irritación en la raíz nerviosa correspondiente ( ciática, neuralgia cervicobraquial, etc.), podemos realizar una técnica manipulativa con el objetivo de separar la raíz nerviosa del osteofito, y de este modo eliminar la neuralgia. Aquí sí sería un caso donde estaría indicada dicha técnica.
De todos modos, consulte usted a su osteópata, y llévele todas las pruebas donde aparezca el problema: radiografías, resonancia, etc.  Él le orientará acerca de la posibilidad de ser tratado con Osteopatía y de la evolución con dicho tratamiento.

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