Las
patologías de hombro son muy comunes entre la población. El hombro está formado
por un sistema articular complejo constituido por el húmero, el
omóplato o escapula, la clavícula, el esternón, la primera costilla, la primera vértebra dorsal y la musculatura de
unión de omóplatos a raquis. Junto con ligamentos y fascias, estos elementos
forman un anillo osteoligamentario llamado cintura escapular. Dada la laxitud
cápsulo-ligamentosa, la verdadera estabilización de esta articulación estará
asegurada por la musculatura periarticular y las capas aponeuróticas. Los
músculos actúan como verdaderos ligamentos activos. Ésta recibe influencias muy
importantes de zonas distantes en el cuerpo como el raquis cervical, dorsal y
lumbar, la mandíbula, el hueso hioides, el tórax, codo, muñeca y mano a
través de elementos del sistema
vascular, linfático y nervioso, además de músculos y fascias. Una de las
funciones más importantes del hombro es participar en la dinámica del miembro
superior. Este complicado sistema permite el acceso y uso de la mano en un
espacio muy amplio.
Cualquier lesión que afecte al complejo del
hombro provocará con el tiempo una disfunción en algunos de los sistemas por
los que está influenciado, generalmente, comenzando por la columna cervical y/o
dorsal. De la misma manera, este camino
se puede desarrollar en el sentido contrario; problemas cervicales y dorsales o
de cualquier otro sistema en relación,
pueden provocar disfunciones de algunas de las articulaciones del
hombro. Por esta misma razón, en el tratamiento del hombro es imperativo
revisar la columna cervical y dorsal ya que desde esta zona se controla la
inervación y vascularización de éste. El dolor referido en el hombro de origen
cervical y dorsal es muy común; es decir, se puede tener dolor en el hombro
y que su origen se encuentre en el
cuello o en la espalda. De manera que, si sólo tratamos el hombro, el paciente
no va a mejorar. Un signo indicativo de que en el hombro no existe ningún
problema es que conserve su movilidad completamente a pesar de que exista un
dolor que puede ser mecánico o no. La medicina considera que algunas vísceras
también dan dolor referido al hombro. Por ejemplo, algunos problemas del
estómago pueden provocar dolor en el hombro izquierdo; algunas disfunciones del
hígado dan dolor referido al hombro derecho, etc… Los pulmones y el corazón
también pueden provocar este tipo de síntomas. Si se ha recibido algún golpe
sobre alguna zona del hombro, además de valorar la movilidad en la columna,
habrá que revisar y tratar las zonas en disfunción provocadas por el
traumatismo. Ciertos músculos que forman parte del sistema estomatognático (es
el conjunto de órganos y tejidos que permiten comer, hablar, pronunciar,
masticar, deglutir, sonreír, respirar, besar y succionar) se anclan en el
omoplato y puede transmitir tensiones inadecuadas provocando un mal
funcionamiento que acabará repercutiendo en el hombro. Por lo tanto, problemas
de los dientes, ortodoncias y demás trabajos odontológicos, bruxismo, problemas
de garganta (secuelas de faringitis crónica, afonías repetidas,…) pueden ir
creando tensiones en el sistema que acaben manifestándose en el hombro como
dolor referido. Por supuesto, también
existen problemas de origen muscular y posturales. Además, existen diferentes patologías
reumáticas y degenerativas que pueden afectar al hombro. Estos son solo unos
ejemplos de algunos de los problemas que pueden afectar al hombro.
Dada la cantidad de estructuras que
participan en diferentes sistemas corporales que pueden provocar dolor en el hombro, el
diagnóstico tiene que ser completo y exhaustivo. Haremos un diagnóstico
diferencial para descartar posibles patologías que puedan ser motivo de
contraindicación al tratamiento y derivaremos al médico en su caso. Para ello,
el osteópata tiene conocimientos de fisiopatología, patología médica y
radiología además de un conjunto de test ortopédicos que le orientarán durante
el diagnóstico.
Después de haber eliminado posibles
contraindicaciones al tratamiento, a través del diagnóstico osteopático,
buscaremos la estructura o estructuras que están provocando la sintomatología
en el hombro mediante el análisis de los síntomas y mediante test de movilidad
de las articulaciones implicadas. La mano entrenada del osteópata detectará,
mediante la palpación, zonas en las que se haya perdido movilidad.
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