Según la base de datos medline en español, la definición de
tendinitis es inflamación de un tendón.
Causa dolor y sensibilidad cerca de una articulación. Los traumatismos y el
exceso de uso son causas comunes de tendinitis. El cross training, el
estiramiento y la disminución de la intensidad en el ejercicio pueden ayudarlo
a prevenir una tendinitis. Por lo general, la tendinitis puede tratarse con
reposo, hielo y medicinas para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Como podemos ver en esta definición, en una tendinopatía se
entiende que hay un exceso de uso, una hipersolicitación, del tendón afectado,
excepto en los casos de un traumatismo, en que es el propio golpe el causante
de la inflamación del tendón. Es decir, es un problema muy frecuente en
deportistas, aunque también en ciertas profesiones que, por la postura en que
se realiza, o por un gesto repetitivo, se puede desencadenar la inflamación del
tendón.
¿Qué puede hacer la Osteopatía en estos casos?
Lo primero que habrá que comprobar es el estado tónico del
músculo relacionado directamente con el tendón. Lo más habitual es que este
tenga su tono alterado, habitualmente en espasmo, aunque es posible también que
se encuentre hipotónico. De cualquier modo, lo primero que habrá que hacer será
normalizar el tono muscular.
Para tratar un
músculo en espasmo tendremos que revisar, y tratar si es necesario, su origen,
su inserción y su inervación. Después se tratará en sí el músculo, con técnicas
de stretching, energía muscular, inhibición, etc.
Para tratar un músculo hipotónico, primero tendremos que
tratar el músculo antagonista, que casi con seguridad estará en espasmo, y
después le daremos tono con técnicas, p. ej., de energía muscular.
Después, tendremos que revisar su vascularización. Nos
dirigiremos entonces a sus niveles de
control ortosimpático. También al trayecto de su aporte arterial y de su
drenaje venoso, pudiendo realizar técnicas sobre los vasos.
Debemos tener en cuenta la postura en general de la persona.
Un tendinopatía de miembros inferiores puede estar influida por un mal apoyo
podal, que transmite fuerzas ascendentes incorrectas, y puede repercutir en un
trabajo incorrecto de un músculo, un grupo muscular, o todo un complejo
articular.
Asímismo, una postura general incorrecta podría repercutir
sobre una tendinopatía en miembros superiores. Por ejemplo, una postura con
hipercifosis, hombros adelantados e hiperlordosis cervical, colocará los
miembros superiores en rotación interna y puede desencadenar alguna tendinopatía
en hombros o codos.
Pero no sólo los problemas estructurales van a dar lugar a
tendinopatías. Las disfunciones viscerales también pueden dar lugar a ellas.
Una disfunción del hígado o del riñón puede provocar un
aumento de toxinas en sangre, y como consecuencia desencadenar una tendinopatía
o una miopatía. Es frecuente encontrar, en caso de disfunción visceral,
tendinopatías bilaterales, cosa que si el problema es puramente estructural no
es tan frecuente.
En general, cualquier disfunción visceral puede, a medio
plazo, desencadenar una tendinopatía. Recordemos que, como ya hemos explicado
en otras ocasiones, las disfunciones viscerales, con el tiempo, por las
tensiones fasciales que generan, pueden derivar en cambios estructurales, y
estos a su vez pueden originar una tendinopatía. Es decir, en este caso no estaría
tanto en relación directa con la función del órgano afectado, sino con la
cronificación del proceso de la disfunción visceral.
En conclusión:
cuando abordamos el tratamiento de una tendinopatía, el enfoque puramente local
no tiene en ningún caso el éxito esperado. La tendinopatía, el dolor del tendón
por un proceso inflamatorio, es el síntoma, no la causa, del problema de
nuestro paciente. Por ello debemos abordar muchas otras estructuras para poder
obtener la curación completa del proceso patológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario