lunes, 29 de abril de 2013
LA LUMBALGIA, CAUSAS Y RECOMENDACIONES
La lumbalgia o lumbago es el término para el dolor de espalda baja, en la zona lumbar, causado por un síndrome músculo-esquelético; trastornos relacionados con las vértebras lumbares y las estructuras de los tejidos blandos como músculos, ligamentos, nervios y discos intervertebrales. Es importante un buen diagnóstico diferencial, aunque, para la medicina convencional, sigue siendo un enigma, hasta el punto de que entre el 60% y el 80% de los casos son aún clasificados como idiopáticos. Es necesario excluir causas como dolor por infección, osteoporosis, cáncer, etc. Antes de comenzar un tratamiento específico.
Se puede originar por diferentes causas, siendo las más comunes el sobreesfuerzo físico y las malas posturas, en particular las posiciones sentado o de pie prolongadas en el tiempo. Disfunciones viscerales de la menstruación (reglas dolorosas, síndrome premenstrual,...), renales, intestinales, o de cualquier víscera pélvica puede dar dolor lumbar. Traumatismos o cirugías (cicatrices) también forman parte del origen de la lumbalgia.
A nivel vertebral, es importante identificar cúal es la estructura que está provocando el dolor. De ello, dependerá el éxito del tratamiento. En la columna lumbar existen diversos elementos causantes de dolor: músculos, ligamentos, cápsulas y carillas articulares, el nervio presionado por el disco intervertebral (en este caso, además del dolor lumbar hay dolor irradiado por la pierna, lo que se conoce como ciática), dolor referido visceral,...
Desde la osteopatía, valoramos y normalizamos las zonas en las que se ha producido una pérdida de movilidad, para así evitar la reacción de hipermovilidad de la columna lumbar que está provocando el dolor. Mediante test de movilidad y pruebas complementarias, se pretende llegar a un diagnóstico preciso, para de esta manera elegir las técnicas osteopáticas adecuadas para solucionar el problema.
Se debe tener especial cuidado al mover o levantar pesos y en general a las inclinaciones forzadas de espaldas que deben evitarse a toda costa. En la postura para el movimiento o levantamiento de pesos debe evitarse la posición en la que se inclina la espalda y se debe adoptar la siguiente posición:
Bajar el cuerpo para poder coger el peso: flexionar las rodillas con la espalda recta con el objeto de que la fuerza se haga con las piernas y no con la espalda. Nunca se deben tener las piernas rectas.
El peso, al cogerse, debe colocarse pegado al cuerpo (tronco). Estirar las piernas para levantarlo, manteniendo la espalda recta con el peso pegado al cuerpo. Para dejar el peso:
Si el lugar a dejar el peso está a la misma altura que el tronco: dejar el peso sin separarlo del tronco.
Si el lugar a dejar el peso está a una altura inferior al tronco: bajar el tronco flexionando las piernas por las rodillas y manteniendo la espalda recta.
Si el lugar a dejar el peso está a una altura superior al tronco: utilizar una escalera y subir por ella, con la espalda recta, hasta que la altura del tronco alcance el lugar donde dejar el peso. No dejar nunca el peso a una altura superior a la que se encuentre pegado al tronco ya que obligaría a forzar la espalda.
El ejercicio físico y la actividad física realizados de manera regular disminuyen el riesgo de padecer lumbalgia; un estilo de vida sedentario lo aumenta y el reposo en cama el riesgo de que este dolor se prolongue por más tiempo y reaparezca más fácilmente.
Las recomendaciones basadas en la evidencia científica disponible coinciden en desaconsejar el reposo en cama como tratamiento del dolor de espalda. En algunos pacientes, la intensidad del dolor puede obligarles a quedarse en cama durante unos días, especialmente cuando hay dolor irradiado. No es un tratamiento, puesto que no tiene ningún efecto beneficioso sobre la duración del episodio.
lunes, 22 de abril de 2013
PAUTAS A SEGUIR POR EL SÍNDROME DE COLÓN IRRITABLE
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) o Colon Irritable se caracteriza por molestias abdominales y alternancias entre estreñimiento y diarrea y, aunque no existe un diagnóstico que lo determine tal cual aquí os dejamos algunas pautas y consejos que os pueden ayudar. Es importante recordar que esta enfermedad es muy compleja e intervienen muchos factores y lo que a una persona le funciona a otra puede que no le haga efecto e incluso puede ocurrir que cosas que en un momento funcionaban en otros momentos ya no lo hagan.
Suplementos aconsejados:
Plantago para los episodios de estreñimiento, ya que es muy rico en fibra soluble que, sin embargo no irritará la mucosa intestinal.
Magnesio. Además de regular el tránsito y la flora intestinal, actúa sobre el sistema neurológico favoreciendo el sueño, la relajación y disminuyendo los dolores premenstruales y el estrés. MUY ACONSEJABLE tener un aporte asegurado.
Qué pautas seguir en los episodios de estreñimiento
Qué pautas seguir en los episodios de diarrea
- Eliminar totalmente el consumo de: picante, refrescos y bebidas con gas, alcohol, cítricos, café, té y chocolate y todos aquellos que contengan sorbitol (ver etiquetas E-420 → chicles y caramelos “sin azúcar”) o que causen intolerancia.
- Moderar el consumo de grasas, zumos y fructosa para ello escogeremos aquellas frutas más pobres en éste azúcar: melocotón, nectarina, albaricoque, piña, melón, kiwi amarillo, fresas, sandía, ciruelas, plátano, pera, manzanas y cerezas.
- Moderar el consumo de fibra insoluble que es aquella que procede de alimentos integrales, salvado, repollo, espinacas y acelgas, guisantes.
- Potenciar el consumo de fibra soluble: manzana (que no esté muy madura), papaya, ciruelas y legumbres y frutos secos en general. Las legumbres serán menos flatulentas en puré y cocinadas con aguas blandas.
- Imprescindible beber 2 litros de agua al día, puede ser en forma de infusiones tranquilizantes (tila, pasiflora,...)
- Hacer ejercicio (evitar sedentarismo); procurar tener horarios fijos de comida y dedicarle al menos 20 minutos a comida y cena
- Evitar tomar alimentos o bebidas muy calientes o muy fríos
- EVITAR ESTRÉS Y ANSIEDAD
Suplementos aconsejados:
Plantago para los episodios de estreñimiento, ya que es muy rico en fibra soluble que, sin embargo no irritará la mucosa intestinal.
Magnesio. Además de regular el tránsito y la flora intestinal, actúa sobre el sistema neurológico favoreciendo el sueño, la relajación y disminuyendo los dolores premenstruales y el estrés. MUY ACONSEJABLE tener un aporte asegurado.
Qué pautas seguir en los episodios de estreñimiento
- Alimentos a evitar (astringentes): arroz blanco, manzana pelada, zanahoria, patata, membrillo, chufas-horchata, plátanos maduros, pan tostado, huevos duros, leche y lácteos desnatados.
- Suplementación con plantago. Procurar evitar resto de laxantes
- No olvidar los 2 litros de agua diarios
- En estos momentos no restringir mucho las grasas, pero utilizar aceite de oliva
- Los kiwis y las ciruelas ayudan al peristaltismo intestinal, sobretodo en ayunas.
Qué pautas seguir en los episodios de diarrea
- Seguir una alimentación astringente (alimentos anteriormente mencionados); evitar lácteos excepto el yogur, sopas con arroz blanco (muy hervido), patata y zanahoria hervida, carne de ave
- Mantener niveles adecuados de hidratación → agua y bebidas isotónicas (a temperatura ambiente)
- Evitar: cítricos y verduras ricas en fibra, frutos secos, legumbres, alimentos integrales y pasta
lunes, 15 de abril de 2013
LA RESPUESTA DE NUESTRO ORGANISMO AL ESTRÉS
Se entiende por estrés, la respuesta general de nuestro organismo ante cualquier estímulo o situación peligrosa o amenazante, ya sea éste real o percibida como tal. Se trata de una respuesta estereotipada, es decir, es independiente de la modalidad del elemento estresante que desencadena la respuesta. La finalidad última de la respuesta de estrés es ayudar a la persona a mejorar su adaptación la realidad, siempre cambiante.
Los estímulos estresores pueden ser:
- Internos. Pensamientos, recuerdos, fantasías, imágenes, sonidos, … con la capacidad de generar miedo, preocupación, angustia. Pueden ser conscientes o inconscientes. Muchos esclavizan al sujero, ocupando por completo el flujo de conciencia.
- Externos:
- Situaciones con potencial traumático (accidentes, catástrofes, ...).
- Fobias a animales, situaciones, ...
- Exigencias laborales.
- Problemas personales y familiares.
- Pérdidas significativas.
- Etc...
Estos estímulos provocan una alteración general del organismo a través de la sobre-activación (elevación significatica del arousal) del sistema nervioso autónomo simpático. Existe una correlación directa entre el aumento del arousal fisiológico (cuerpo) y la tensión emocional (mente), lo que provoca:
- Aumento de la tensión muscular.
- Aumento de la vasoconstricción capilar periférica y, en consecuencia, de la temperatura de las extremidades.
- Cambios en la actividad electrodermal.
De esta conexión mente-cuerpo nos aprovechamos para recuperar la salud, deteriorada por el estrés. Medimos su tensión muscular, la temperatura de sus manos y/o la conductancia de la electricidad en su piel; y convertimos dichas mediciones en información continua que se proporciona al paciente. De esta manera, la mente recupera su capacidad natural de controlar el cuerpo. La actividad del sistema autónomo se aminora y, con esta reducción, van desapareciendo o debilitando los síntomas que padece el paciente.
El Biofeedback ha demostrado ser altamente eficaz tanto en el diagnóstico como el tratamiento de desórdenes mentales relacionados con el estrés, la ansiedad, la depresión reactiva y las dolencias psicosomáticas. El Biofeedback aumenta nuestra resistencia al estrés, permitiéndonos responder a las exigencias de la vida en un estado de calma y sosiego.
Entre el 75% y el 90% de todas las enfermedades del mundo occidental se relacionan de alguna manera con un desencadenamiento inapropiado del mecanismo del estrés. De hecho, el estrés crónico causa:
- Menor resistencia a las infecciones.
- Dificultad para dormir.
- Dolores de cabeza.
- Palpitaciones y taquicardias.
- Fatiga y cansancio.
- Trastornos gastrointestinales.
lunes, 8 de abril de 2013
OSTEOPATÍA PEDIÁTRICA
El Osteópata tiene un papel muy importante a desarrollar en el campo de la pediatría. En algunos países, en el paritorio, el Osteópata se encuentra junto al pediatra, para explorar al recién nacido; se observa tanto el aparato locomotor como los órganos internos y el cráneo. Es decir, la intervención del Osteópata se puede realizar desde los primeros instantes de vida del bebé.
Ya durante el embarazo puede ser importante la intervención osteopática. Las disfunciones en la columna vertebral o la pelvis de la madre pueden, de algún modo, afectar al bebé durante la vida intrauterina. Además, la intervención del Osteópata será importante porque, al liberar la pelvis de la madre, facilitará el paso del bebé por el “canal del parto”.
Durante las primeras semanas o meses, se puede actuar desde la medicina osteopática en problemas tan frecuentes como: cólicos del lactante, otitis de repetición, obstrucción del conducto lagrimal, plagiocefalia, tortícolis, etc.
El cráneo del bebé es una de las partes importantes del trabajo osteopático. Tras una intervención quirúrgica por craneosinostosis, tras traumatismos, en algunas malformaciones, el tratamiento osteopático irá encaminado a eliminar problemas de las suturas craneales, moldear el cráneo, a fin de cuentas recuperar la morfología y funcionalidad normal. Un trastorno de este tipo no solo afectará al cráneo, sino que sobre bajo el mismo se puede “construir” un raquis escoliótico. También se puede actuar ante algunos problemas neurológicos, aprovechando la plasticidad propia del sistema nervioso en general, de los niños en particular.
Si el bebé padece problemas pulmonares, digestivos, etc. la intervención del Osteópata puede paliar o solucionar el problema.
Durante el crecimiento del niño, el Osteópata puede revisar el desarrollo correcto de la columna vertebral, de los pies, o de cualquier otra parte del cuerpo en la que se sospeche un problema derivado del crecimiento.
Dificultades relacionadas con el aprendizaje, hiperactividad, dislexia, problemas de la mordida o mandibulares, son algunas de las causas por las que se puede consultar al Osteópata en esta etapa de la infancia.
La Osteopatía tiene como misión provocar la autocorrección del cuerpo, buscando el equilibrio en todos los sistemas. Es muy importante que esto se realice desde la infancia, para que el crecimiento se produzca lo más correctamente posible. Muchos trastornos que se manifiestan en la edad adulta pueden tener su origen durante los primeros años de nuestra vida. De esta manera, la Osteopatía puede tener una acción preventiva muy interesante.
Si tiene usted alguna duda acerca del trabajo osteopático en pediatría, consulte a los profesionales del Centro de Osteopatía y Salud, ellos le orientaran.
lunes, 1 de abril de 2013
OSTEOPATÍA VISCERAL PARA EL ESTREÑEMIENTO
El estreñimiento es una condición del cuerpo humano que consiste en la falta de movimiento intestinal regular, lo que produce una defecación infrecuente o con esfuerzo, generalmente de heces escasas, secas y duras. A veces existe dolor al expulsarlas. El estreñimiento es un síntoma y no una enfermedad en sí misma.
Puede considerarse como un trastorno o una enfermedad según altere o no la calidad de vida. La evacuación normal puede variar entre una o dos veces al día hasta tres veces en una semana, aunque cada persona tiene un número regular de evacuaciones según su alimentación, el ejercicio físico que realice y el trabajo que desempeñe, entre otros factores. Se calcula un 15% de la población sufre estreñimiento crónico, que es más frecuente en mujeres (más durante el embarazo) y en las personas mayores de 65 años. Uno de los errores que con más frecuencia tienen las personas es creer en la necesidad de evacuar todos los días y que de no hacerlo no se limpia bien el organismo. El estreñimiento puede ser temporal, cuando se presenta como reacción a una causa particular o a un incidente aislado, o crónico cuando el colon no es capaz de desempeñar por completo su función para lo que puede haber numerosas causas. En la mayoría de los casos dura un periodo corto de tiempo y no es serio, y a menudo es provocado por ingerir grandes cantidades de carne, alimentos procesados y/o secos (con pocas cantidades de fibra), falta de ejercicio (vida sedentaria), ingesta de poco líquidos, y, muy habitualmente, por estrés. Es un estreñimiento funcional, es decir, no existe patología médica que lo provoque como por ejemplo estrangulamientos, prolapsos o problemas neurológicos. Estos últimos casos deben ser tratados por la medicina convencional, pero son menos habituales. Algunos de los síntomas que pueden acompañar al estreñimiento y que ayudan a su diagnóstico son hinchazón, distensión y/o dolor abdominal, dolores de cabeza, sensación de fatiga o de vaciado intestinal incompleto.
Desde el punto de vista osteopático, la retención durante más tiempo de las heces en el intestino grueso produce una mayor absorción de agua de éstas, lo cual es una de las funciones del colón, pero que conlleva también una mayor absorción de toxinas que se encuentran en las heces y que deberían de evacuarse. Estas toxinas pasan al torrente sanguíneo y deben ser “limpiadas” de nuevo por el hígado, con lo que, en estreñimientos crónicos, se puede producir una congestión hepática funcional. La disfunción del colon puede producir también congestión pélvica debido al drenaje venoso deficiente provocado por las tensiones en la víscera, ya que existe unión entre los sistemas venosos de las diferentes vísceras pélvicas: la disfunción de movimiento de una víscera pélvica afectará con el tiempo a las demás. Esta congestión puede llegar al abdomen incluso, en casos más graves, al tórax.
Desde la osteopatía visceral podemos ayudar en este tipo de trastornos, ya sea temporal o crónico. Se produce un desequilibrio en el sistema nervioso vegetativo que el osteópata puede ayudar a regular tratando la columna vertebral (desde donde se controla el movimiento o peristaltismo intestinal) y la propia víscera con técnicas específicas, eliminando tensiones que pueden estar influyendo en el desequilibrio y permitiendo al cuerpo de esta manera que se autorregule. Cuando el estreñimiento es ocasional, la respuesta al tratamiento es muy rápida y se soluciona con muy pocas sesiones. Si el trastorno es permanente, dependerá de la cronicidad, es decir, del tiempo que esté presente. Aún así, se puede solucionar con un tratamiento osteopático regular y con cambios en algunos hábitos de la vida del paciente: aumentar la ingesta de fibra vegetal (fruta y verdura), bebr al menos 1,5-2 litros de agua al día fuera de las comidas, intentar comer/cenar a la misma hora, masticando bien y despacio, realizar ejercicio físico (ya que aumenta el movimiento del intestino), sentarse en el baño para intentar defecar a la misma hora todos los días (aunque al principio no se consiga, hay que ser insistente),etc.
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