lunes, 16 de diciembre de 2013

LA OSTEOPATÍA EN LA HERNIA DE HIATO



La hernia de hiato es un problema funcional de la parte final del esófago y de parte del estómago. Supone el ascenso de la porción abdominal del esófago, el cardias (válvula de entrada al estómago) y posiblemente alguna porción del estómago desde la región abdominal a la región torácica, a través del hiato esofágico del diafragma.
Existen hernias de hiato por deslizamiento y por rolamiento. En estas últimas, la porción de estómago que asciende al mediastino es más voluminosa y difícil de reducir.
En la hernia de hiato, el cardias deja de funcionar correctamente. Esta válvula permite el paso de alimentos y líquidos desde el esófago al estómago, es decir se abre para dejarlos pasar; pero se cierra e impide el paso en sentido ascendente una vez estos han llegado al estómago. Entonces, si en esta afección el cardias no realiza correctamente su cometido, permitirá el paso de vuelta del contenido gástrico hacia el esófago de nuevo. Durante la digestión, el estómago se contrae, por medio de ondas peristálticas, para triturar el alimento y hacerlo pasar hacia el píloro, y después al resto del tracto intestinal. Pero si el cardias no se cierra correctamente, durante las contracciones del estómago puede volver parte del contenido hacia arriba, hacia el esófago.



Esto supone un problema serio, pues los alimentos, en el interior del estómago, se mezclan con los jugos gástricos, que son ácidos. La mucosa del estómago está preparada para la presencia de este ácido, pero la del esófago no. Por lo tanto, si pasa el contenido gástrico de vuelta al esófago, lo hará junto con el ácido, y esto puede dañar la mucosa del esófago. Si el ácido sigue ascendiendo, puede afectar a la mucosa de laringe, faringe, boca o fosas nasales.

Los síntomas y signos clínicos con los que se manifiesta son:
Reflujo gastroesofágico.
Dolor epigástrico y retroesternal.
Quemazón retroesternal.
Signos otorrinolaringológicos.
Eructos.
Dolor referido del estómago: región interescapular, trapecio izquierdo, región cervical.
Imposibilidad de agacharse o acostarse justo después de comer.
Necesidad de dormir con el cabecero de la cama levantado, o incluso dormir sentado.

Para que se produzca una hernia de hiato es imprescindible que haya un espasmo del diafragma.Las personas que tienen hernia de hiato se ven abocadas a tomar antiácidos constantemente, y modificar en mayor o menor medida sus hábitos alimenticios.
En algunos casos, la hernia de hiato es una indicación quirúrgica.

 ¿Qué puede hacer la Osteopatía en este caso?

A excepción de los casos en los que la solución es necesariamente quirúrgica, los casos que hemos tratado han tenido una evolución muy favorable, pasando de depender de la medicación, a eliminar su uso, o restringirlo a momentos de necesidad.

El tratamiento osteopático consiste en:

La normalización de su inervación ortosimpática, revisando los niveles vertebrales dorsales correspondientes al estómago.
Normalización de su inervación parasimpática: el nervio vago, tanto en su centro en el tronco encefálico, la salida por el agujero rasgado posterior, y todo su trayecto.
Tratamiento del diafragma.
Tratamiento del estómago: reducción de la hernia de hiato, eliminación de las tensiones de alrededor, mejora de su vascularización.
Tratamiento del mediastino.
Tratamiento de la postura, prestando atención principalmente al tendón central.


Los resultados son de aceptables a buenos en el transcurso de las primeras 3-5 sesiones, consiguiendo una reducción significativa de los síntomas, dejar la medicación total o parcialmente, y volver a una dieta normalizada.

domingo, 8 de diciembre de 2013

OSTEOPATÍA PARA LA INFERTILIDAD FUNCIONAL

Para conseguir quedarse embarazada se deben producir ciertos fenómenos en un suceso de tiempo: primero, que un óvulo salga del ovario y llegue a la trompa; después que sea fecundado por un espermatozoide y, finalmente, que la trompa sea funcional para poder propulsar al ovocito hacia el útero para su implantación. Para que todo esto suceda, es necesaria la integridad del complejo sistema hormonal de la mujer, el cual es responsable del ciclo ovulatorio, y que la función de las estructuras que forman el sistema reproductivo femenino sea correcta.
La esterilidad es la incapacidad de conseguir un embarazo. La infertilidad se produce en las parejas que conciben, pero el embrión no alcanza la viabilidad. Las causas de la esterilidad e infertilidad son diversas (obstrucción o déficit funcional de las trompas o de los conductos deferentes,  adherencias en la pelvis entre los diferentes órganos por endometriosis, infección, cicatrices por intervención quirúrgica, anomalías de la ovulación, uterinas o testiculares, factores psicológicos...) y varían en función del sexo. Ambas deben entenderse como problemas de pareja y, por lo tanto, el diagnóstico y tratamiento deben realizarse en conjunto.
Debido a que el 80% de las parejas consigue quedarse en estado en el primer año, es preferible esperar antes de realizarse cualquier estudio o tratamiento, con la excepción  que se conozca algún problema subyacente o que la mujer sea mayor de treinta años.
La infertilidad debe ser tratada por la medicina atendiendo a la patología primaria que la esté provocando. 








¿Qué puede hacer la osteopatía por la infertilidad? Pueden existir muchos factores que  provoquen infertilidad en ausencia de patología, tanto anatómicos, temporales o psicológicos. Las malposiciones uterinas son una de estas causas anatómicas: podemos encontrar el útero fijado por acortamientos de sus ligamentos que lo unen a las estructuras óseas de la pelvis en diferentes posiciones (anteversión, retroversión, retroflexión,…). Estas fijaciones pueden producir además otros síntomas como dismenorrea (dolor menstrual), estreñimiento, prolapso del útero, irritabilidad de la vejiga,…El tratamiento osteopático consigue reducir la malposición tratando las estructuras acortadas devolviendo la movilidad completa a la víscera para que pueda desencadenar su función perfectamente y facilita la fertilidad.
Otro factor causante de infertilidad es la falta de contractibilidad de las trompas. Éstas, con sus movimientos peristálticos, aseguran la llegada de los espermatozoides al fondo de la trompa. Este movimiento depende de la buena función del sistema nervioso vegetativo. Con nuestro tratamiento, podemos normalizar mediante el trabajo de la columna espinal el equilibrio del sistema nervioso para que la contracción de las trompas se realice de la manera más óptima.
Un gran número de apendicetomías causa esterilidad secundaria por fijaciones entre la trompa y el ovario del lado derecho por la relación ligamentosa que existe entre el apéndice, la porción inicial del colon (ciego) y el ovario. La esterilidad es producida por las adherencias por infección, traumáticas, quirúrgicas,…En este caso, las técnicas osteopáticas van dirigidas sobre las trompas o los ovarios.
En pacientes con endometriosis, tenemos que normalizar las malposiciones del útero provocadas por las tensiones ligamentosas y trabajar las adherencias en ovarios, trompas, útero e intestino. De este modo, favoreceremos la fertilidad.
En caso de quistes ováricos, el tratamiento craneal de la unión entre los huesos occipital y esfenoides parece tener efecto sobre las secreciones de la glándula hipófisis que participan en el control hormonal del ciclo ovulativo.
El diagnóstico osteopático que vamos a realizar sobre la mujer es muy importante para encontrar el elemento en cuestión que está provocando el problema. Es imperativo conocer los antecedentes personales de la paciente, síntomas, e interpretar tanto el análisis de laboratorio como el estudio de los test de movilidad de las estructuras y la palpación externa e interna. Observaremos la postura de la paciente que es principal para determinar focos de tensión.
Los ligamentos del útero son hormono-dependientes. Sus tensiones influyen sobre las secreciones de hormonas útero-ováricas y el aporte de sangre a los órganos genitales. Pueden llegar a provocarse congestiones pélvicas, éstasis venoso, por lo cual debemos tratarlo.

El tratamiento osteopático que se realiza sobre los pacientes con problemas de infertilidad consiste en la combinación del trabajo manual de todos los sistemas del cuerpo: aparato locomotor, visceral, craneal y postural. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

NEURONUTRIENTES (1): LA MELATONINA





Los nutrientes son productos químicos (elementos o compuestos) procedentes del exterior de la célula y que ésta precisa para llevar a cabo sus funciones vitales. Son sustancias necesarias para que el metabolismo de un ser vivo se realice. Los nutrientes forman parte de los alimentos, y participan activamente en las reacciones metabólicas que garantizan la funcionalidad y vitalidad del organismo.

Por su parte, para entender el correcto funcionamiento de los circuitos neuronales implicados en los problemas de salud mental más frecuentes (estrés, ansiedad, depresión, trastornos psicosomáticos, déficits de atención, etc...), debemos tener en cuenta una doble perspectiva:

  • La perspectiva estructural, centrada en el volumen existente de neuronas e interconexiones entre las mismas que suman los componentes (núcleos y nervios) del circuito neural dentro de una arquitectura fisiológica consistente y bien integrada; lo que otorga al circuito una determinada capacidad potencial de procesamiento de información.

  • La dimensión dinámica o cinética, que viene dada por la cantidad y calidad de las señales electroquímicas que entran en el circuito, se transmiten dentro y salen del mismo; lo que proporciona al circuito una determinada capacidad efectiva de procesamiento de información.

Cuando un circuito neural no procesa la información como debe, ya sea por un problema de integridad estructural y/o por un problema neurocinético, se producen los síntomas psicopatológicos. Para que la información entre en el circuito, sea procesada y se elabore el output adecuado, depende en gran parte de la presencia en el organismo de una serie de sustancias químicas en sus cantidades justas. Algunas de dichas sustancias tienen una importancia capital pues son las encargadas de trasladar la información a través de las cadenas de neuronas (los neurotransmisores) o a través de la corriente sanguínea (las hormonas).

Las hormonas y los neurotransmisores ocasionan cambios metabólicos en la membrana celular de las neuronas y en el espacios sinápticos que hay entre ellas, generándose los impulsos nerviosos responsables de la conducta. No debemos olvidar que un déficit (o un exceso) en algunas de sustancias provoca un metabolismo impropio que afecta negativamente a la neurocinética del sistema nervioso.

Las hormonas y los neurotransmisores se fabrican en el propio organismo. Pero también pueden incorporarse al mismo a través de la ingesta de alimentos o complementos alimenticios ricos en neuronutrientes, es decir, de sustancias químicas que favorezcan un correcto metabolismo, intra e interneuronal.

En una serie de artículos, iremos relatando cuáles son los principales neuronutrientes y sus efectos beneficiosos sobre la salud. Empezamos con la melatonina.


La melatonina.


La melatonina es una hormona sintetizada principalmente en la glándula pineal a partir del neurotransmisor serotonina. Interviene en una gran variedad de procesos fisiológicos.

El papel esencial de la melatonina en el cuerpo es regular los ciclos día-noche o vigilia-sueño. La oscuridad hace que se produzca más melatonina, lo que le da la señal al cuerpo para que se prepare para dormir, incrementándose las sensaciones de somnoliencia. La luz disminuye la producción de melatonina lo que le da la señal al cuerpo para que se prepare para estar despierto.

Uno de los síntomas más discapacitantes de la ansiedad o de la depresión es la pérdida de la capacidad para tener un sueño reparador, que se manifiesta bajo la forma de:
  • Insomnio.
  • Despertares prematuros.
  • Cansancio y fatiga al despertarse.

Domir bien constituye una condición sine qua non para solucionar muchos problemas psicopatológicos comunes. La melatonina resulta muy eficaz para recuperar, en muy poco tiempo, la conciliación del sueño o el sueño profundo.

Los alimentos poseedores de precursores de la melatonina son la avena, las cerezas, el maíz, el vino tinto, los tomates, la patatas, las nueces y el arroz.


También se comercializan suplementos alimenticios basados en melatonina en herboristerías, establecimientos dietéticos y farmacias. No requieren receta y son un sustitutivo natural de los tranquilizantes y los hipnóticos.

lunes, 25 de noviembre de 2013

LA OSTEOPATÍA EN LOS PROBLEMAS DE RODILLA








La rodilla es una articulación que sufre bastantes desarreglos. Problemas musculares, ligamentosos, capsulares, sinoviales, meniscales, vasculares, neurológicos, afectan a la rodilla y provocan dolores de diversos tipos.
La rodilla es la articulación intermedia de la extremidad inferior, que trabaja en carga. Sus superficies, cóndilos femorales y meseta tibial, no encajan sino que los primeros apoyan sobre la segunda, y por ello es necesario un complejo sistema de ligamentos, cápsula y músculos para darle estabilidad. Además, entre las caras articulares existen unos meniscos para facilitar el deslizamiento entre las superficies.




La rodilla se puede ver afectada por tres tipos de disfunciones de movilidad:


       ·         Disfunción de tipo cajón, anterior o posterior.
·         Disfunción de tipo lateralidad, interna o externa.
·         Disfunción de rotación tibial, interna o externa.


Estas disfunciones suelen producirse por traumatismos directos o indirectos, movimientos incontrolados, mal gesto deportivo, etc. Si esta disfunción supera los límites fisiológicos de la articulación, se puede producir una lesión en la articulación, de tipo esguince, rotura ligamentosa o meniscal,  luxación o fractura.
Pero en muchas ocasiones, la rodilla se puede ver afectada por disfunciones a distancia. Trastornos del pie, por mal apoyo, pueden transmitirse a la rodilla, generando dolor, inestabilidad, etc.
Las disfunciones lumbopélvicas también se pueden reflejar en la rodilla, por su inervación, inserciones musculares, vascularización.
Incluso en la rodilla se pueden reflejar dolores referidos de origen visceral. Trastornos intestinales, renales o ginecológicos pueden ser el origen de dolores en la rodilla.
Entonces, el Osteópata debe tener presente todas estas partes del cuerpo que, de una forma u otra, pueden estar relacionadas con problemas de rodilla, a la hora de realizar la exploración, y por supuesto durante el tratamiento. En muchas ocasiones, el tratamiento osteopático para un problema de la rodilla ni siquiera pasará por tocarla, en caso de que el problema que origina dicho dolor se encuentre en alguna de las otras estructuras que hemos mencionado.

Así pues, para tratar adecuadamente la rodilla, necesitaremos:

1.- Equilibrar correctamente la extremidad inferior
        2.- Tratar la región lumbopélvica. 
3.- Observar y tratar posibles problemas de los órganos relacionados con la rodilla.

lunes, 18 de noviembre de 2013

OSTEOPATÍA PARA EMBARAZADAS








Podemos utilizar el tratamiento osteopático en algunas de las patologías de la mujer embarazada aunque la mayoría de ellas y de los profesionales de la salud lo desconocen. Es muy importante conocer los problemas obstétricos que podemos tratar, ya que pueden existir contraindicaciones relativas al tratamiento. Un porcentaje superior al 50% de las embarazas refiere algún dolor del sistema músculo-esquelético durante el embarazo. Para realizar el tratamiento es necesario conocer la fisiología de la reproducción humana, el cuerpo de la mujer embarazada, el feto y su desarrollo y el efecto que ejerce todo esto sobre la estructura de la paciente.
 El tratamiento osteopático mejora el equilibrio homeostásico y facilita que la gestante se adapte a los cambios estructurales y hormonales del cuerpo, pudiendo así disminuir las molestias provocadas por las tensiones en el crecimiento del útero. Durante el tratamiento, debemos tener en cuenta la posición del feto dentro del útero de la madre y su evolución, es decir,  las posibles tensiones que puedan acumularse con los cambios estructurales en la mujer durante el crecimiento de éste. También se producen cambios importantes a nivel hormonal y psicológico. 
Las nuevas tecnologías usadas para el estudio del feto han dado solución a numerosos problemas que podía tener la gestante y que, hoy en día, se pueden corregir. Es imprescindible por tanto, el trabajo multidisciplinar entre ginecólogo, matrona y osteópata para compartir la información que cada uno haya recogido y decidir una línea de tratamiento que beneficie lo máximo posible a la gestante.
Los cambios biomecánicos estructurales adaptativos al desarrollo del feto producen cambios en la circulación arterial y venosa. Se produce durante la gestación un aumento de la afluencia de sangre hacia los órganos de la pelvis para cumplir las necesidades metabólicas de la situación y muchas veces, el retorno venoso hacia la circulación sistémica se enlentece provocando congestión de los órganos maternos. Los cambios de gradiente de presión y de respiración entre el abdomen y el tórax  también alteran la dinámica del retorno venoso, y, en ocasiones, el útero al presionar la vena cava inferior contribuye a la congestión. Esto puede provocar hemorroides, varices en la vulva y miembros inferiores. Si el éxtasis llega a congestionar órganos como hígado, páncreas o el sistema de recogida de sangre medular y vertebral (el sistema ácigos y hemiácigos) pueden provocarse cefaleas, náuseas, mareos, etc.
  Los cambios hormonales se mantendrán después del parto. Uno de estos cambios es el ensanchamiento y el aumento de movilidad de las articulaciones sacroilíacas y sínfisis púbica gracias al aumento de la hormona relaxina que es la principal responsable de la laxitud articular. Sobre todo, se concentra en el útero y ligamentos de la pelvis. Otro de los cambios relacionado con las alteraciones hormaonales (progesterona, relaxina) es la elevación del diafragma aproximadamente 4 cm al elevarse la caja torácica. El aumento en la concentración de progesterona puede ocasionar retención de líquidos y contribuir en la congestión. Ésta, provoca la acumulación de productos metabólicos de desecho en los tejidos blandos y en el aparato digestivo que pueden ser responsables de dolor.
El dolor más común en la mujer embarazada es la lumbalgia. Al aumentar el peso del feto, el centro de gravedad de la mujer se desplaza hacia delante. El cuerpo debe adaptarse aumentando las curvas de la columna y una anteversión pélvica. Esto supone un aumento importante de la carga mecánica sufrida por las carillas articulares de la unión lumbosacra y de la zona lumbar. La zona de las articulaciones sacroilíacas sufre tensiones también por el agrandamiento del útero. Culturalmente, el dolor lumbar se considera inevitable durante el embarazo tanto para mujeres como médicos. El embarazo por sí solo puede aumentar la intensidad del dolor de algunos problemas que ya existían antes de la gestación.

Nuestro trabajo consiste, mediante la terapia osteopática, en conseguir que el cuerpo de la paciente sea capaz de adaptarse a la nueva situación para que desaparezcan los síntomas (dolor de espalda, naúseas, vómitos, mareos, cambios de humor,…) ya que la gestación fisiológica no debería ser  dolorosa ni sintomática de ningún tipo

lunes, 11 de noviembre de 2013

CASO PRÁCTICO DE BIOFEEBACK APLICADO AL DÉFICIT DE ATENCIÓN




ANÁLISIS DE UN CASO:

APLICACIÓN DE NEUROFEEDBACK EN UN CASO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN.
En este caso, mostramos los resultados obtenidos con un tratamiento basado en Neurofeedback aplicado a un paciente joven que padece déficit de atención y de memoria de trabajo.
1.       Datos del paciente:
Adolescente de 16 años que cursa 1º de P.Q.P.I.
Diagnosticada TDAH desde los 10 años.
Con minusvalía del 33% por déficit intelectual (inteligencia límite).
Eficiencia visual disminuida por glucoma bilateral.
Con trastorno metabólico de lípidos.
Con problemas de comprensión lectora.
Sin problemas ansiedad o de conducta.
Paciente medicada con CONCERTA; dosis diaria de 54 mgr.
En seguimiento psicopedagógico en su centro educativo.
2.       Datos del tratamiento (en curso):
Número de sesiones: 4.
Duración de las sesiones: entre 50 y 60 mín.
Periodicidad de las sesiones: tres primeras semanal, la cuarte quincenal.
Período: durante los meses de septiembre y octubre de 2013.
NEUROFEEDBACK aplicado consistente en entrenamiento en atención intencional, elevación de las ondas cerebrales específicas implicadas en la memoria de trabajo, desarrollo de habilidades cognitivas mediante ejercicios atención visual, memoria sensorial y cálculo numérico mental.
Objetivos del tratamiento:
-          Elevar el nivel de atención por encima del percentil 80.
-          Reducir la dispersión de la atención por debajo de un coeficiente de variación de 10.
-          Aumentar la resistencia a la fatiga mental, manteniendo los niveles de atención del final de la sesión semejantes a los del inicio.




3.       Resultados obtenidos:






Principales conclusiones:
-          Incremento significativo de los niveles medios de concentración, con cuatro sesiones de tratamiento (4 hrs. en total) y en un plazo breve de tiempo (mes y medio).
-          Mejora también de la atención máxima y media. El ámbito de aplicación o aplicabilidad de la capacidad de atención del paciente se sitúa en el rango teórico superior: entre casi el percentil 50 y el máximo (= 100).
-          Hemos conseguido, a partir de la tercera sesión, una atención resistente a la fatiga mental.
-          Hemos alcanzado la gran parte de los cambios buscados en la dinámica cerebral de la paciente. Los circuitos neuronales implicados en la atención y la memoria de trabajo se desempeñan con mucha mayor eficacia.
-          Este mejor funcionamiento cerebral puede despertarse por la paciente con la mera intención o voluntad. Podrá desplegar la cantidad de atención que necesite sin el concurso de incentivos o indicaciones externos.
-          La paciente tiene más control sobre su sistema nervioso central; lo cual le genera experiencias de éxito especialmente significativas para la paciente, que elevan su auto-estima y fortalecen la imagen que tiene de sí misma.

-          Queda (1)reducir la dispersión de la atención y (2) consolidar niveles de concentración algo más elevados (rondando el percentil  80), para lo cual se requerirá entre 2 y 4 sesiones adicionales de tratamiento.

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿POR QUÉ EL OSTEÓPATA MANIPULA LA COLUMNA VERTEBRAL?




En muchas ocasiones se identifica al Osteópata como aquel profesional que realiza técnicas de manipulación vertebral; no es sólo el Osteópata el que realiza dichas técnicas, también los Quiroprácticos, incluso algunos médicos las realizan.
Por lo tanto, debemos pensar que no es la técnica de manipulación la que define al Osteópata.
Realmente, la Osteopatía no debe definirse por el uso de tal o cual técnica, sino que más bien es un concepto terapéutico, una filosofía diferente en el abordaje del paciente, una visión global tanto para el diagnóstico como para el tratamiento.
Entonces, ¿por qué el Osteópata realiza técnicas de manipulación vertebral?
Ya el padre de la Osteopatía, A.T. Still decía que en toda enfermedad hay una base somática, vertebral, asociada  y que, mientras no se solucione ese problema vertebral, no obtendremos el éxito completo sobre el problema.
Pero, ¿en realidad es el problema vertebral el que subyace a la enfermedad?
Lo que hay en el fondo del problema es una disfunción del sistema nervioso central: una facilitación medular, o sensibilización central. Es decir, una porción de médula ( metámera) y alguna parte del encéfalo, se encuentran en un estado de “hiperactividad” de tal manera que van a generar un funcionamiento anómalo en todas las estructuras del cuerpo sobre las que tengan alguna relación.
Por eso el Osteópata manipula las vértebras, con el objetivo de eliminar esa hiperactividad medular. Por medio de esta técnica obtenemos una respuesta refleja inmediata sobre la metámera relacionada con dicha vértebra. De esta manera podemos desmitificar el hecho de que con la manipulación vertebral conseguimos mejorar la movilidad de la zona tratada. Este hecho es secundario. Lo más relevante es el efecto sobre el sistema nervioso, y de manera secundaria mejoramos la movilidad; los efectos conseguidos por medio de esta técnica son:
·         Normalización  de la facilitación medular.
·         Equilibración del tono muscular.
·         Estiramiento de la cápsula y los ligamentos.
·         Mejora de la vascularización.
·         Normalización del sistema nervioso autónomo.
·         Movilización de una hernia discal, y separarla de la raíz nerviosa.
·         Apertura del agujero de conjunción.
·         Liberación del cartílago o del menisco intraarticular.
Pero este mismo efecto lo podemos conseguir con otras maniobras, como técnicas articulatorias, de energía muscular, viscerales, craneales, etc. todas ellas técnicas que el Osteópata emplea además de la manipulación vertebral.

Así, el Osteópata utilizará toda una batería de técnicas, con el objetivo de eliminar el substrato neurológico subyacente al problema, y de ese modo conducir al organismo a la equilbración.

lunes, 7 de octubre de 2013

PRINCIPIOS MODERNOS DE LA OSTEOPATÍA

Andrew Taylor Still fue un médico americano al que se considera el padre de la osteopatía. Tras sus estudios y licenciatura en Missouri, pronto quedó decepcionado por la concepción de la medicina tradicional, que se basaba casi exclusivamente en la utilización de  fármacos para la curación de las enfermedades, remedios que, desde un principio,  consideraba tóxicos y nocivos para el organismo debido a sus efectos secundarios. En 1864, presencia sin poder hacer nada la muerte de tres de sus hijos a causa de una epidemia de meningitis. Esto supuso una terrible conmoción para él, por lo que decidió replantearse los principios de la medicina para buscar un sistema alternativo de abordaje de asistencia sanitaria. Fue aprendiendo técnicas manipulativas y convenciéndose que éstas eran las más eficaces para tratar el cuerpo. 
Posteriormente, fue perfeccionando las técnicas de manipulación articular, sobre todo a nivel de la columna, para el tratamiento de patologías de medicina interna, pues quería ampliar su aplicación más allá del manejo de las patologías del aparato locomotor. Después de algunos años más  de estudio y práctica, en 1874 propuso finalmente un nuevo planteamiento de concepción de la salud y la enfermedad; la osteopatía. Las bases argumentales que proponía Still fueron muy cuestionadas por la medicina ortodoxa tradicional ya que se mostraban contrarias a las bases de ésta. 
La osteopatía se define como un acercamiento diagnóstico y terapéutico manual a las disfunciones de movilidad articular y tisular en general, en lo que concierne a su participación en la aparición de las enfermedades. La disfunción osteopática incluye un polo de neuronas del sistema nerviosos que se encuentran en un estado de facilitación permanente, de hiperexcitabilidad. Una disfunción somática vertebral se asocia a un segmento medular hipersensible, de receptividad excesiva a los influjos aferentes. Es un segmento medular hacia donde convergen las irritaciones: está sometido a un bombardeo a partir de los otros segmentos medulares.
Los conceptos modernos de la osteopatía son los siguientes:
“La estructura gobierna la función” es el axioma básico y el más célebre de Still, viene a significar que toda alteración funcional viene determinada por una alteración estructural. Actualmente, se considera que el cuerpo es una unidad y existe reciprocidad entre ESTRUCTURA y FUNCIÓN, es decir, que tanto una alteración estructural puede provocar una funcional, como al revés.
La enfermedad es una REACCIÓN TOTAL del organismo: una estructura o una función anormal de una parte del cuerpo tendrá una influencia anormal sobre el cuerpo entero.
El organismo posee la CAPACIDAD INHERENTE de DEFENDERSE y RESISTIR a los procesos que le desequilibran.
“La ley de la arteria”: todo desarreglo orgánico y visceral proviene de una mala irrigación sanguínea. En este sentido, proporcionar una buena nutrición al órgano o tejido es fundamental para restaurar su función.
El sistema nervioso central juega un papel organizador predominante en los procesos patológicos.
Cada enfermedad incluye un elemento somático que es un factor etiológico importante.
Por culpa de nuestra adaptación incompleta a la bipedestación, nuestro organismo está predispuesto a los trastornos articulares y periarticulares, sobre todo a nivel del raquis y de la pelvis.
 La disfunción osteopática se puede definir como una DISPARIDAD TRIDIMENSIONAL DE MOVILIDAD DE UN TEJIDO CONJUNTIVO unido a los elementos periarticulares.Se asocia a:
Una sensibilidad de los tejidos paravertebrales y de los tejidos subyacentes.
Una modificación muscular (umbral reflejo bajo, espasmo, hiperactividad gamma).
Una perturbación del sistema neuro-vegetativo responsable de:
 Alteración de la función visceral.
 Perturbación vaso-motriz (ley de la arteria de STILL).
 Dolores difusos, irradiados o referidos.

 El tratamiento manual de la disfunción osteopática (normalización de la función) interrumpe el arco reflejo patológico y favorece así la curación total o parcial del proceso patológico.

lunes, 30 de septiembre de 2013

EL BIOFEEDBACK HRV, MUY EFICAZ PARA EL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN


La estimulación del nervio vago mediante el aumento de la Variabilidad del Ritmo Cardíaco (HRV, en inglés) supone un tratamiento novedoso de la depresión mayor, que reduce la sintomatología depresiva en poco tiempo y sin efectos secundarios nocivos.

Existen evidencias que nos indican que una disfunción del sistema nervioso autónomo desempeña un papel importante en la causalidad y mantenimiento de la depresión. Muchas investigaciones realizadas muestran que las personas que sufren depresión muestran disminución del tono vagal (actividad del nervio vago), aumento del ritmo cardíaco, fatiga, perturbaciones del sueño e hiperactividad simpática. El biofeedback de la HRV capacita a los pacientes para ajustar su tasa de respiración a la llamada Frecuencia Respiratoria Resonante (FRR), un ritmo de respiración (por lo general más lento que la respiración normal) en el que arritmia sinusal respiratoria se maximiza. La arritmia sinusal respiratoria consiste en la ralentización normal de la tasa cardiaca durante la espiración y la aceleración de la misma durante la inspiración.

¿Por qué aplicar el Biofeedback de la HRV en el tratamiento de la depresión ? Nuestra práctica clínica demuestra que la biorretroalimentación de la HRV produce ganancia barorrefleja (cambio en la frecuencia cardíaca para cada cambio en la presión arterial), lo que mejora el control homeostático de la presión arterial y los otros procesos neurales asociados (tanto centrales como autonómicos). También producimos un aumento de la actividad del nervio vago. E indirectamente, a través de proyecciones hacia el hipotálamo, el sistema límbico e incrementos de la actividad parasimpática, el Biofeedback HRV mejora el control directo de las emociones, la afectividad y sus efectos autonómicos sobre el organismo, resultando una reducción sustancial de los síntomas depresivos.

La depresión y las disfunciones autonómicas han sido objeto de numerosas investigaciones. Un mal funcionamiento del Sistema Nervioso Autónomo (SNA) se ha relacionado con la ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y la depresión. Los síntomas de depresión a menudo se acompañan de alteraciones del SNA, incluyéndose la reducción de la HRV, de la actividad del nervio vago y de la sensibilidad barorrefleja.

El entrenamiento con biorretroalimentación de la HRV se centra en frenar conscientemente la respiración hasta alcanzar la FRR. Con esta frecuencia respiratoria, la amplitud de la HRV y la acción barorrefleja se elevan al máximo causando, de un modo indirecto, la estimulación del sistema límbico. Aunque para la mayoría personas la FRR se sitúa en seis respiraciones por minuto, la FRR exacta varía de un individuo a otro. La práctica regular del biofeedback HRV aumenta la actividad barorrefleja, tanto la coyuntural como la estructural, aumentando así la acción ascendente y descendente del nervio vago. La Biorretroalimentación de la HRV se basa en el hecho de que respirar siguiendo la FRR fortaleceremos los barorreflejos, mejoraremos la estabilidad cardiovascular y autonómica e, indirectamente, reduciremos la inestabilidad emocional. La estimulación del nervio nervio vago proporciona una herramienta terapéutica efectiva que logra beneficios visibles en el combate contra la depresión. El tono vagal se reeduce con la depresión, y sabemos que la estimulación eléctrica del nervio vago ayudar a aliviar las depresiones resistentes que no ha respondido ni a medicamentos antidepresivos ni a otros tipos de psicoterapia. El Biofeedback HRV resulta un método natural para estimular el sistema límbico mediante el incremento de la actividad del nervio vago, que a su vez lo hacemos ralentizando la respiración del paciente.

lunes, 23 de septiembre de 2013

CONTRACTURAS MUSCULARES


Una contractura supone un aumento del tono de un músculo. Éste se encuentra en un estado de contracción mantenido en el tiempo, cuando su situación normal debería ser el reposo, o tono de base. El músculo se encuentra en una situación de espasmo.
¿A qué se debe la aparición de la contractura?

Ésta se puede deber:
  • A un golpe o traumatismo, incluso aunque no sea en el mismo sitio donde se manifiesta la contractura.
  • Posturas incorrectas.
  • Esfuerzos incontrolados o mal realizados.
  • Golpes de frío.
  • Desequilibrios nutricionales.
El aumento del tono del músculo que se contractura estará siempre asociado a un nivel metamérico alterado, hiperactivo. Su centro de control medular tiene participación en el problema; de ahí que suele ir relacionada con una disfunción vertebral.
La contractura muscular produce dolor local en el músculo, aunque también puede provocar dolor referido hacia otras zonas, habitualmente próximas a él, aunque en algunas ocasiones algo alejadas. Por ejemplo, una contractura, o espasmo, del músculo piramidal (en la zona de la nalga) puede reflejar el dolor a la cara posterior de la rodilla. Además, al presionar sobre el músculo, aumenta la molestia.
Si la situación de contractura se mantiene en el tiempo, el músculo se puede ir fibrosando, es decir, las fibras musculares pierden su capacidad de contracción y de elongación normal, debido a un deficiente aporte sanguíneo, lo cual va a producir una sensación de tensión permanente en la zona.
Una cosa importante a tener en cuenta es que las contracturas musculares NO se observan en las radiografías. El diagnóstico es puramente clínico, por medio de la palpación del músculo, o la puesta en evidencia por medio de la contracción o el estiramiento del mismo.
Un músculo contracturado siempre va a ser un músculo débil. Por eso no resiste en una contracción mantenida, y se fatiga con facilidad.
¿Cómo se enfoca el tratamiento de un músculo contracturado, o en espasmo, desde la Osteopatía?
Este se basa principalmente en 3 puntos: origen e inserción del músculo, y su inervación.
De esta manera, prestaremos atención a los lugares donde el músculo se inserta, y al nivel medular de donde procede su nervio motor, con su vértebra correspondiente.
De igual manera, puede ser importante que prestemos atención a:
  • La vascularización del músculo: tanto al trayecto de la arteria que le da el aporte, como al centro ortosimpático que lo controla.
  • A la fascia, o la cadena fascial, que esté relacionada con dicho músculo.
  • A la postura general del individuo, porque es posible que debamos corregirla si ésta está descompensada.
Es decir, siendo fiel a la filosofía de la Osteopatía, el tratamiento nunca se hará de manera local, sino que incluye la observación, y el correspondiente tratamiento de todas las estructuras relacionadas con la zona, en este caso el músculo, que está manifestando el síntoma.

lunes, 16 de septiembre de 2013

UN DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


     Encontrar contraindicación al tratamiento y saber derivar al especialista correspondiente es, muchas veces, muy importante para el osteópata. Hace unos meses, acudió a nuestra consulta una mujer de 35 años, recomendada por una amiga que había recibido tratamiento osteopático hacía año y medio por un “dolor parecido”.  La molestia más importante se situaba en el hombro y músculo trapecio del lado izquierdo con dolor referido hacia la parte anterior del tórax y por la cara interna del brazo hasta los dos primeros dedos de la mano desde hacía dos o tres semanas. Había recibido varios tratamientos manuales aplicados por fisioterapeutas (masaje, calor, corrientes,…) sin ningún cambio en el dolor.  No refería traumatismo en cuello, hombro o brazo. La sintomatología desaparecía con el reposo.  Un esfuerzo físico, como transportar la compra con los brazos o subir escaleras le agravaban los síntomas.  No presentaba  palpitaciones, ni taquicardia, pero sí se fatigaba con facilidad y aparecía disnea (falta de aire, de respiración) y tos seca al jugar con sus hijos pequeños. La mujer tenía sobrepeso y refería estar bajo un estrés importante laboral y familiar desde hacía tiempo (2 años).


La sintomatología podría dirigirnos hacía un posible problema cardíaco, por lo que debemos de realizar un diagnóstico diferencial con un posible problema del sistema músculo-esquelético. Este trabajo comienza en la anamnesis, cuando realizamos la entrevista al paciente, y va acompañado de preguntas especiales dirigidas a saber si alguna vez se ha padecido del corazón o existen síntomas y signos que se puedan asociar. Las cardiopatías son la principal causa de muerte en los países industrializados.  Por suerte, en las últimas décadas el progreso de nuestro conocimiento en la estructura y función del sistema cardiorrespiratorio ha aumentado muchísimo. La aplicación de este conocimiento ayuda a los profesionales a instruir a sus pacientes para alcanzar un buen estado de salud cardiovascular.

Al preguntar a la paciente si el médico le había dicho alguna vez si padecía de problemas cardíacos o si había pasado alguna crisis cardíaca alguna vez, la mujer respondió que hacía 8 años había sufrido de un prolapso de la válvula mitral debido a una fiebre reumática, pero que ya estaba bien y que ya no tomaba medicación. El dolor de la válvula debe ser diagnosticado por un médico, pero a veces el paciente llega primero a la consulta pensando que es un problema muscular.
Se le preguntó a la paciente  por posibles antecedentes de dolor cervical o de hombro anteriores. No los había padecido. A cerca del tipo de dolor, se le preguntó si lo sentía superficial  o profundo (el dolor músculo-esquelético es más superficial que el cardíaco), con respuesta afirmativa para la segunda opción. El dolor comenzaba con el esfuerzo de todo el cuerpo, mientras que si realizaba alguna actividad con el brazo, moviendo el hombro, el dolor no se reproducía. La movilidad del hombro y de la columna cervical era normal. Los test para encontrar una posible hernia discal, negativos. Sensibilidad y fuerza normales en los dermatomas afectados por el dolor. Test neurodinámicos negativos. La radiología no presentaba osteofitos a nivel de la columna cervical que pudieran explicar el dolor referido por el brazo y cuello. No presentaba signos neurológicos.
Sin traumatismo previo, con antecedentes de problema cardíaco, con disnea, fatiga y tos seca (generalmente se presenta en problemas pulmonares, pero puede presentarse como una complicación pulmonar por patología cardíaca), dolor al esfuerzo de todo el cuerpo, sin antecedentes de dolor cervical o de hombro, con la movilidad normal conservada (lo cúal indica que podría no ser un problema mecánico, de movilidad), sin hallazgos radiológicos que nos dirigieran hacia un problema del sistema músculo-esquelético, decidimos derivar a la paciente al médico para que diagnosticara si existía contraindicación al tratamiento manual, adjuntando un informe con  toda nuestra exploración y evaluación objetiva para ofrecerle al facultativo una información clara y completa y ayudarle en la toma de decisión respecto a la afectación músculo-esquelética.
Al cabo de una semana, recibimos una llamada de la paciente informándonos que el médico, tras las pruebas pertinentes, le había diagnosticado una isquemia miocárdica debido a la mala función de la válvula mitral. Estaba tomando medicación, el dolor había desaparecido y tenía cita con el cardiólogo para continuar con el tratamiento adecuado. La mujer estaba enormemente agradecida con nuestro trabajo, que fue un diagnóstico diferencial y nada más. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

MENTE Y CEREBRO SON UNA MISMA COSA

¿Podremos algún día alcanzar la verdadera compresión de las bases biológicas de los procesos mentales superiores?

Muchas personas piensan que la psicología y la psiquiatría son ‘pseudo-ciencias’; y que los profesionales que trabajamos en salud mental no podemos fundamentar nuestros tratamientos con la misma evidencia empírica en que se basan los médicos para tratar el cuerpo. El problema parece residir en que los psicólogos y psiquiatras no podemos señalar con absoluta precisión las bases biológicas de muchos trastornos mentales. Es verdad. Estamos aún lejos de un entendimiento cabal de los desórdenes mentales, como ya lo podemos tener de las enfermedades del hígado o del corazón.

Pero esto está empezando a cambiar. Los últimos avances en investigación de la biología de los desórdenes mentales y en neurociencias, nos muestran conclusiones de gran trascendencia clínica:


- Los circuitos neuronales desordenados que subyacen a los trastornos mentales tienden a ser muy complejos.

- Existen ‘biomarcadores’ específicos y mensurables de los trastornos mentales, que nos indican el mejor tratamiento a seguir. Con el Biofeedback medimos estos marcadores y diseñamos intervenciones personalizadas.

- Toda psicoterapia es, en última instancia, un tratamiento biológico, una terapia del cerebro. De hecho, con el Biofeedback producimos cambios físicos duraderos y beneficiosos, detectables en nuestro cerebro,

  • Los trastornos mentales son de naturaleza biológica. Las personas no son responsables de sufrir ansiedad o depresión. La biología y la genética propias de cada individuo contribuyen significativamente a su causalidad.

  • La mente y el cerebro son una misma cosa; son entidades inseparables. El cerebro es un órgano biológico extremadamente complejo que posee una inmensa capacidad de procesamiento de información: construye nuestra experiencia sensorial, regula nuestros pensamientos y emociones, y controla nuestras acciones. Es responsable, no sólo de conductas motoras relativamente simples como correr y comer, sino también de los comportamientos más complejos y consideramos genuinamente humanos, como son pensar, hablar, crear, amar.

Defendemos el principio de que la mente no es otra cosa que el conjunto de operaciones llevadas a cabo por nuestro cerebro. Esto mismo debe aplicarse a los trastornos mentales: un cerebro disfuncional es su mejor explicación. En consecuencia, actuamos sobre él para recuperar su plena funcionalidad y restablecer así la salud de nuestros pacientes. 

lunes, 24 de junio de 2013

LA ARTROSIS. QUÉ LA OCASIONA Y CÓMO LA TRATAMOS

         
La artrosis es un proceso degenerativo que afecta a las articulaciones. Se produce un deterioro de las carillas articulares y del cartílago que las recubre, se altera el líquido sinovial que la lubrifica, se producen retracciones de la cápsula articular, e incluso se pueden producir cambios en el tono de los músculos relacionados con ella, y de elasticidad en la aponeurosis que los recubre.
Una vez comienza la artrosis, los cambios son progresivos, el proceso en sí es imparable; se recomienda una pauta de ejercicio moderado, que previene su evolución, y en los casos más avanzados, depende de qué articulación se trate, se propone una intervención quirúrgica, a veces con recambio por prótesis.
Pero ¿cuál es el punto de vista de la Osteopatía a este respecto?
Las articulaciones, para poder funcionar correctamente, deben tener libertad de movimiento en todos sus planos. De esa manera, superficies articulares, cartílago, cápsula, músculos, etc. estarán en condiciones adecuadas para realizar su función. Cuando una articulación pierde su movilidad normal (hipomovilidad,  disfunción somática, lesión osteopática…), otra debe realizar los movimientos “perdidos” por la primera; estará hipermóvil, todo alrededor estará “hipersolicitado” . Al tener que moverse más, ocurre que:
  • Sus carillas articulares, el cartílago, etc. se van a desgastar más de lo normal por el exceso de trabajo al que se le somete.
  • Las superficies articulares, al verse sometidas a un movimiento mayor del que le corresponde, aumentan su tamaño, la superficie se hace mayor, apareciendo los osteofitos, que no son otra cosa que la respuesta del hueso al aumento de solicitación.
Con esto, se instaura la artrosis.
Una hipomovilidad en el conjunto tobillo-pie puede ser responsable de una artrosis de rodilla; una hipomovilidad en las articulaciones sacroilicas, de artrosis lumbar o de cadera; y una hipomovilidad en la transición cervicodorsal, de una artrosis cervical.
Entonces ¿cómo lo tratamos? Si conseguimos normalizar el movimiento en la articulación que perdió su movilidad normal (hipomovilidad), estaremos también devolviendo a la articulación artrósica a su función correcta, permitiremos que sus carillas articulares realicen solamente el recorrido de movimiento para el que están preparadas. De esta manera, no eliminamos la artrosis, pero si evitamos que evolucione.
Así, la Osteopatía se dirige al tratamiento del origen del problema. En este caso, la articulación artrósica será secundaria a la hipomóvil, es la consecuencia y no la causa del problema, y por ello, dirigiremos el tratamiento a normalizar el movimiento en la parte que lo ha ocasionado.
¿Se puede manipular una articulación con artrosis? No es lo más habitual, pero no es una contraindicación absoluta. En caso de un problema artrósico en una vértebra, que como consecuencia esté produciendo una irritación en la raíz nerviosa correspondiente ( ciática, neuralgia cervicobraquial, etc.), podemos realizar una técnica manipulativa con el objetivo de separar la raíz nerviosa del osteofito, y de este modo eliminar la neuralgia. Aquí sí sería un caso donde estaría indicada dicha técnica.
De todos modos, consulte usted a su osteópata, y llévele todas las pruebas donde aparezca el problema: radiografías, resonancia, etc.  Él le orientará acerca de la posibilidad de ser tratado con Osteopatía y de la evolución con dicho tratamiento.

lunes, 17 de junio de 2013

WHIPLASH, CERVICALGIAS AGUDAS TRAUMÁTICAS

     Según Harakal y Macnab, el whiplash se define como una experiencia traumática de corto periodo de tiempo en la cúal se produce un excesivo movimiento articular en dos direcciones,  superando los límites fisiológicos y anatómicos, debido a un cambio brusco en la inercia donde los vectores de fuerzas afectan a los sistemas integrales del cuerpo. Es decir, el whiplash o latigazo, que generalmente se produce en accidentes de tráfico o por golpes directos en la cabeza, “sorprende” a nuestros sistemas corporales por su gran velocidad y corto plazo de tiempo en el que se sucede, de manera que, se pueden producir lesiones articulares, musculares, ligamentosas, etc... dependiendo de las características del accidente y de la capacidad de adaptación del paciente para absorver esas tensiones. Cuando la intensidad de la agresión sobrepasa nuestra capacidad de neutralizar el estrés del choque, éste se instala de forma duradera, perturbando el conjunto de las funciones del cuerpo. Puede ser un choque anterior, posterior o lateral.

Tras el latigazo cervical, el médico tiene que descartar que se haya producido alguna fractura, generalmente cervical. El movimiento brusco de hiperextensión-hiperflexión que se produce en el cuello tras el accidente, puede haber provocado alguna lesión vertebral: fracturas por compresión-aplastamiento de la parte anterior o posterior del cuerpo vertebral. Según el grado de la fractura, los signos y síntomas son variados: disminución de la amplitud articular, dolor constante, ausencia o no de signos neurológicos, lesión discal, inestabilidad por lesión ligamentosa, fracturas de carillas articulares, luxación-desplazamiento del cuerpo vertebral.

El grado de seriedad del whiplash depende del grado de lesión:
GRADO 1. Mínimo, ausencia de limitación de movimiento, no existe lesión ligamentosa y/o neurológica.
GRADO 2. Ligero, restricción de movilidad, ausencia de lesión ligamentosa y/o neurológica.
GRADO 3. Moderado, restricción de movimiento, lesión ligamentosa, lesión neurológica periférica posible.
GRADO 4. De moderado a serio, restricción importante de movilidad. Inestabilidad ligamentosa, trastornos neurológicos, fractura o lesión discal.
GRADO 5. Serio. Necesidad de una estabilización quirúrgica.
En los primeros 8-10 días se produce la fase aguda (inflamatoria). La segunda fase, subaguda, es una fase de reparación de los tejidos dañados y dura hasta 14 semanas. Desde la semana 14 hasta los 12 meses se produce la fase de remodelación (etapa 3). La etapa 4 se produce cuando el dolor se cronifica y se hace permanente.
En el whiplash, no sólo se producen daños a nivel cervical, aunque sí es una de las zonas que más sufren. Todo el mecanismo craneosacro está perturbado con repercusiones sobre los ejes nerviosos, vasculares, endocrinos, viscerales y psíquicos. Cuando se produce un choque antero-posterior, la columna vertebral y el sacro son traccionados hacia arriba por la fuerza del impacto, mientras que los ilíacos son mantenidos por el cinturón de seguridad.
En un segundo tiempo, el sacro se desplaza hacia abajo con fuerza y se encastra como una cuña entre los ilíacos, generalmente en estado de extensión craneosacra, es decir, base anterior. A nivel cervical, la exagerada extensión cervical que se produce tras el impacto impone una extensión biomecánica de occipucio con respecto a la primera vértebra cervical (lo que supone una flexión craneosacra) y un encastramiento de éste entre los temporales, que son arrastrados hacia la extensión craneosacra. Además, se produce también una compresión de la articulación entre esfenoides y occipucio. De esta forma, se favorece el cierre de los agujeros rasgados posteriores, lo que puede irritar los nervios glosofaríngeo, neumogástrico y espinal, la vena yugaular y el drenaje venoso craneal.  El factor más perturbador es la pérdida del sincronismo de flexión-extensión entre sacro y occipucio.

Cuando el choque que se sucede es lateral, el apoyo de los pies sobre los pedales produce una torsión de la pelvis. Las lesiones vertebrales están en convexidad del lado del choque , lo que impone en el sacro un movimiento de descenso del mismo lado y, a  la vez, una bajada del occipucio a través de la tracción sobre la duramadre, que es inextensible. Se instala un desequilibrio de todas las vértebras en relación a las líneas de gravedad. La sincondrosis esfenobasilar presenta una disfunción de rotación-lateroflexión en la concavidad.

Los signos clínicos que acompañan al whiplash craneosacro son: tortícolis, jaquecas, neuralgia cervicobraquial, parestesias, mareos, vértigos, vómitos, zumbidos, pérdida parcial de audición, dolores en los ojos, depresión, insomnio, agresividad, trastornos de la memoria y del carácter....
En conclusión, tras un whiplash y su posterior periodo de inmovilización para la cicatrización de los tejidos, empieza el tratamiento de recuperación mediante la osteopatía, que irá devolviendo a la normalidad las estructuras lesionadas o que todavía mantienen alguna tensión. No es suficiente con la inmovilización, aunque ya no exista dolor,  si lo que se quiere es realizar una rehabilitación completa y eliminar tensiones que, a la larga, se pueden manifestar como dolores o sintomatología como la que hemos nombrado anteriormente. Es necesario recuperar todo el cuerpo, ya que es todo el cuerpo el que sufre el whiplash.

lunes, 10 de junio de 2013

BIOFEEDBACK PARA LA DEPRESIÓN


Entre el 15% y el 20% de las depresiones son resistentes al tratamiento farmacológico y a las psicoterapias conversacionales. También sabemos que tratando específicamente los síntomas somáticos de la depresión, mejoramos sus síntomas cognitivos y afectivos.


Un sistema nervioso autónomo disfuncional (sna) despempeña un papel importante en la causalidad y mantenimiento de los síntomas físicos de la depresión. Cuando el sna no funciona correctamente ocasiona:

* Una disminución de la actividad del nervio vago.
* Una reducción de la HRV.
* Un aumento general del rítmo cardíaco y de la tasa respiratoria.
* Una pérdida de sensibilidad barorrefleja.
* Sensaciones de fatiga y cansancio.
* Sueño perturbado.
* Hiperactividad en el sistema nervioso simpático.

Mediante el Biofeedback o autorregulación biológica de la variabilidad del ritmo cardíaco (HRV, en sus siglas en inglés) compatimos eficazmente la depresión en su dimensión más orgánica. Con este tipo de Biofeedback, frenamos el ritmo respiratorio del paciente hasta lograr una tasa óptima de entre 6 y 7 respiraciones por minuto. De esta forma:

* Aumentamos la sensibilidad barorrefleja, mejorando el control homeostático de procesos clave en el organismo, como la presión arterial.
* Estimulamos el nervio vago reforzando, a través de él, el sistema límbico.
* Conseguimos un sna más equilibrado y funcionaol, reduciendo el componente simpático e incrementando el parasimpático.